Es extraño que escribamos para un clásico como es el día de San Valentín. Cierto, no creemos en el día de los enamorados, pero si creemos claramente en ciudades que enamoran. Praga, Budapest, Gante, Lisboa o Berlín son ciudades que transmiten cosas, cosas que te hacen sentir, y sobre todo, que te apetecen compartir. Todos los días deberían tener un pedacito del 14 de febrero, y cualquier momento es bueno para emprender un viaje con esa persona que te apetece compartir cada instante de tu vida.
5 destinos para San Valentín
Más allá de los dos grandes clásicos, París y Roma, hay otras grandes ciudades que se merecen una buena visita en este fecha señalada.
1 La Praga medieval
Para muchos Praga es un auténtico museo al aire libre. Hay tantas cosas que ver en Praga que uno se puede volver un poco loco planificando un viaje a una ciudad de estas características. Puedes recorrer la Praga medieval donde los mercaderes marcaron la vida económica de la ciudad o incluso descubrir su historia más reciente, recorriendo lugares marcados por la Segunda Guerra Mundial, la Primavera de Praga o la “reciente” Revolución del Terciopelo, donde comenzó el final de la época comunista y la creación de dos nuevos países, la República Checa (Chequia) y Eslovaquia.
Además de su historia tenemos su cerveza, algo que nos hace un poco enloquecer y que se ha convertido en una obligación o atracción más de la capital de Chequia. Ciudad completa, ciudad que enamora a cualquiera.
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2 La histórica Budapest
Budapest es una ciudad con un pasado imponente y de corte señorial. Es una ciudad para caminar, para descubrirla. Merece la pena empaparse de su historia reciente, la que salpica a gran parte de la ciudad, donde destaca la Segunda Guerra Mundial y la posterior revolución húngara, donde después de varias revueltas el ejercito soviético invadió la ciudad, dejando miles de muertos por el camino. Parece mentira, pero esto ocurrió hace solo 60 años.
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3 La coqueta Gante
Gante es la ciudad de los dos ríos, del Leie (Lys) y del Escalda, un lugar escogido para construir una pequeña abadía que dio surgir a la ciudad allá por el siglo VI. Sabemos que durante la edad media Gante se convirtió en una de las ciudades más prosperas e importantes de la época, resultado que hoy en día se puede percibir en su arquitectura y la riqueza de cada edificio de la ciudad.
La ciudad de la lana, así la conocían muchos en aquella época, un material que hizo que solo una ciudad como París la superara en tamaño. Gante y las ciudades de Flandes como Brujas, Lovaina o Amberes eran el centro del comercial mundial, casi nada…
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4 La ciudad de moda, Lisboa
Lisboa esta de moda. El buen clima, junto al mar, su buena gastronomía y la cantidad de restaurantes y bares que alberga se ha convertido en un destino muy visitado en los último años. Su corte añejo, algo envejecido, le da un encanto especial. Y algo que no podemos olvidar, Portugal sigue siendo uno de los paisajes más económicos para viajar.
Además, a un tiro de piedra tienes Sintra, posiblemente uno de los lugares más bonitos y románticos de Portugal.
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5 El encanto especial de Berlín
Dicen de ella, frío, lluvia, mal tiempo, quizá una combinación ideal para que un viaje se vaya al traste, pero Berlín incluso con días malos te llena de una historia que impacta, lugares que te traen recuerdos de épocas oscuras o de guerras sangrientas y momentos para el olvido para no volvamos a cometer los mismos errores.
Berlín es el ejemplo de una ciudad moderna y cosmopolita, llena de vida. En verano con terrazas abarrotadas, en invierno con locales y bares alegres que llenan de vida cualquier barrio de la ciudad. Algo tiene Berlín, sin duda.
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