Cartagena de Indias, paraíso para los españoles que llegaron a América, y paraíso para los colombianos que la pueblan, que la viven y para todos aquellos que la disfrutan sabiendo que si no la cuidamos todo su entorno se perderá, y solo será aquel que vieron aquellos conquistadores que no tenían claro el rumbo que tomaban, un rumbo que hoy deberíamos tener mucho más claro.
Cartagena de Indias, ¿masificación o descontrol?
Primera impresión, primera decepción
Nuestra primera impresión al llegar a Cartagena de Indias fue la impresionante vista desde el avión llegando desde Bogotá. En parte te quedas eclipsado por esos rascacielos junto al mar que en parte te pueden recordar a Miami o Benidorm. Más allá de este impacto visual está otro extremo, el extremo de la desigualdad y la pobreza que es lo que se ve junto al aeropuerto. Miles y miles de chabolas que «adornan» un paisaje antes poblado por la selva y que ahora acoge en gran parte a gente de color y que trabaja principalmente para aquellas urbanizaciones rigurosamente acotadas y para la multitud de servicios que necesita un lugar tan turístico como Cartagena de Indias. Primera impresión, primera decepción, desigualdad.
Destrucción del medio ambiente
A veces pensamos que el ser humano no se da cuenta de lo que esta provocando en nuestro planeta. Si te pones en los ojos de los españoles que llegaron en el siglo XV, el vergel a nivel de naturaleza era sencillamente de otro planeta. Ellos contaban cosas que hoy en día han desaparecido. El paisaje moldeado por la corrupción y el descontrol urbanístico lo ha cambiado por completo, a veces con buen gusto y a veces con un descaro por la «pela» que no tiene ningún sentido salvo enriquecer a unos pocos. Total, uno se hace rico y en 30 años ya no estará aquí para ver el desastre medio ambiental…
Zonas como las Islas del Rosario comienzan a pasarles factura. El coral esta desapareciendo, por la tardes las cientos de lanchas que parte desde las islas por la marejada hacia Cartagena de Indias dejan un rastro de gasolina que se puede ver desde el aire. Las fiestas desde estos barcos, muchos veces sin control, dejan basura en unos fondos que solo vieron aquellos españoles como ha tenido que conservarse siempre, ya que ahora, desde nuestro punto de vista, son un fondo más de un mar del caribe cada vez más dañado.
Masificación y descontrol urbanístico
Si hay un lugar donde personificar el descontrol urbanístico esa zona es la de Bocagrande. Es un espacio extraño, sin aceras, con calles sucias, con muchísimo tráfico y donde apartamentos low cost se codean con la acera de enfrente con rascacielos con apartamentos que cuestan millones de dólares. Subes a la planta 40 y vives un lujo a todo trapo. En la torre de enfrente subes a la planta 40, por decir algo, y las sábanas están sucias, no funciona Internet o escuchas al vecino por la noche. Un mundo de contrastes.
En temporada alta las calles están a rebosar, los restaurantes llenos y sobre todo el casco histórico de Cartagena se ve invadida cada vez que llegan los cruceros, algo que deteriora la tranquilidad de la ciudad pero que a su vez se obtienen ingresos y trabajo, una balance que por lo normal ataca al medio ambiente y a los turistas que buscan destinos más tranquilos o alternativos. Lo difícil es encontrar el equilibrio, pero hay destinos que ya lo han logrado.
Fuera de Bocagrande hay zonas y zonas, y más allá de las zonas vetadas al turista donde existen miles y miles de casas bajas al más puro estilo de las fabelas de Brasil, hay urbanizaciones de clase media y urbanizaciones de ricos, muy ricos.
Luces y sombras
Después de esta crítica, no todo son sombras, ya que también hay luces. En las Islas del Rosario aún quedan islas que son un autentico paraíso, eso sí, por un alto precio y solo accesible para aquellos puedan pagar hoteles de lujo. Si sales de Bocagrande y visitas el casco histórico a primera hora de la mañana tu visión cambia, pero a partir de la hora que llegan los cruceristas se masifica la ciudad y el andar por las calles se convierte en algo insoportable.
Playa blanca es un caos en temporada alta, nos recuerda a la Manga del mar Menor o Torrevieja, pero fuera de la época más masificada cambia drásticamente, como le pasa a muchos destinos del mundo. Al final con el tiempo, viajar en determinadas épocas o tienes mucho dinero, o cambia tus planes. Cartagena de Indias en cualquier caso tiene zonas muy interesantes, pero todo depende de la época y de lo que te quieras gastar.
Datos prácticos
Antes de partir. Ahorra tiempo y dinero
- Buscar y comparar vuelos al mejor precio
- Traslados desde el aeropuerto a buen precio
- Alquiler de coches en con un 15% de descuento
- Seguro de viaje para estar seguro y sin preocupaciones
- Las mejores excursiones por la zona