Con una superficie superior a la comunidad de Navarra en España, 14.763 Km², el Parque nacional del Serengueti en Tanzania, es vecino del más famoso de Kenya, el Masai Mara, donde corren por sus vastas llanuras decenas de miles de ñus, carnívoros como el león o el leopardo y elegantes y jirafas en un lugar que es sencillamente mágico.
El Parque Nacional del Serengueti
Una maravilla de parque
El Serengueti es mundialmente conocido por la migración que forman inmensas manadas de julio a octubre hacia el norte, donde se encuentra su vecino kenyano el Masai Mara. Para que nos hagamos a la idea de lo increíble que este parque en cuanto a fauna, en la época de reproducción por el mes de febrero nacen más de 8.000 ñus al día, aunque más del 30% mueren antes de 4 meses.
Desde el punto de vista geológico son los kopjes, formaciones rocosas creadas antes que la vida comenzara en la tierra y visibles por todo el parque, algo curioso cuando están junto a una de las mayores concentraciones de fauna del planeta.
El Serengueti es también famoso por el gran número de documentales que aquí se ha rodado debido a su diversidad de fauna, fauna como los leones, guepardos, cebras, elefantes, rinocerontes, gacelas Thomson y Grant, ñus, impalas, jirafas y multitud de animales que podrían llenar fácilmente un libro. Si hablásemos de cifras, calculad que se estiman alrededor de 200.000 cebras nada menos.
Llegar hasta el Serengueti es relativamente fácil. O tomas un avión desde Arusha, la opción para los que no tienen tiempo, o te alquilas un coche con conductor en Arusha y te recorres los principales parques del norte. Nosotros veníamos desde el cráter del Ngorongoro haciendo el circuito clásico del norte, eso si, no reservamos nada desde España y nos buscamos la vida allí mismo. Reservar desde España es la opción más cara, salvo que contactes con algún local y encuentres un buen precio. El riesgo de hacerlo con una agencia es tener que compartir tu coche, pagar más y sobre todo, estar haciendo turnos para poder hacer fotos. Os recomendamos Tailor Made Safaris.
Después de visitar Ngorongoro y Manyara, llegamos a la entrada este del parque nacional del Serengueti. Los 350km que le separa desde Arusha se nos hicieron muy cortos al realizar esta ruta en 3 días visitando diferentes parques, por lo que claramente es la opción más recomendada.
Nuestra experiencia en el Serengueti
En la estación seca
En agosto, que fue el mes que decidimos ir a Tanzania, el Serengueti se encuentra en su estación seca, y claramente cuando llegas el amarillo es el único color presente en todo el parque. Una vez que te registras y te explican las recomendaciones a seguir dentro del parque, lo primero que ves son los kopjes y alrededor de ellos leones e incluso alguna avestruz. Para diferenciar una avestruz macho de una hembra es realmente fácil, el macho es algo más grande y tiene sus plumas negras, en cambio la hembra tiene un plumaje mucho más claro, tirando a gris claro.
El parque es tan inmenso que a medida que avanzas y ves tantos animales, vas dejando de hacer fotos y ese modo compulsivo que tienes con tu cámara al ver tanto animal lo dejas de lado, total, tendrás 1000 oportunidades más para poder ver un animal similar.
Pasamos dos noches en el interior del parque en una simple tienda de campaña, la opción más económica y la más cercana a la naturaleza. Cierto es que de lujos nada, y cierto es también que no te puedes alejar demasiado del coche ni de las zonas de acampada. En la primera noche tuvimos la suerte de dormir cerca de un arroyo donde vivían varias familias de perritos de las praderas y donde suelen ir a beber diversos mamíferos, entre ellos un par de leonas. Que sensación es ver la sombra de un león desde tu tienda de campaña, oir su respiración y pensar, hasta aquí hemos llegado, pero no, pasan totalmente de las tiendas de campaña y de los humanos, y eso que no vivos ninguna tienda de campaña en todo el Serengueti salvo la de nuestro conductor.
Al día siguiente contemplamos uno de los espectáculos más clásicos de África, ver sus amaneceres. No creo que haya un lugar en el mundo con esta luz.
Después de disfrutar de nuestro desayuno casero a base de galletas (mejor no hacer unos huevos con bacon por la compañía que podría venir) fuimos a ver las pocas pozas de agua que quedan en la estación seca, pozas donde los animales se pelean por un pequeño espacio dentro del agua para refrescarse o para poder beber. En una de esas pozas nos encontramos un grupo inmenso de Hipopótamos.
Pasamos prácticamente media tarde viendo como gruñían, se peleaban, se subían unos encima de otros, eso si, siempre desde una alto sobre una roca, ya que el hipopótamo está considerando como uno de los animales más peligrosos.. y eso que de pequeño solo tragaban bolas.
Al día siguiente solo nos quedaba por ver más animales y más paisaje, si, suena repetitivo pero solo puedes ver esto, pero es difícil cansarse en un lugar como este viendo como los animales sobreviven y todos ellos en libertad. Ya de vuelta hacia Arusha se nos hacía extraño haber visitado un sitio como este, donde los animales andan a sus anchas y donde por el momento, el hombre no es un problema. Cuando llegamos a Arusha nos despedimos de nuestro conductor y tomamos un autobús rumbo hacia Dar es Salaam, un viaje de lo más divertido ya que nos pusieron una película de ciencia ficción local, no digo más, hasta que llegamos a la capital, pero esto es otra historia y es otro viaje.
Datos prácticos
Antes de partir. Ahorra tiempo y dinero
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¿Cuando ir?
La mayor concentración de animales se produce desde diciembre hasta junio, sin embargo es fascinante poder vistarlo cualquier época del año. De cara a poder ver el famoso cruce de los ñues por el río Grumeti, esto es posible entre los meses de mayo y julio.
¿Cómo llegar?
En avión, desde Arusha con Air Excel, por unos 150$ el trayecto. Por carretera, la opción elegida por la mayoría de los viajeros si llevas contratado un safari, aunque son 350 km desde Arusha. Por carretera te permite poder visitar los principales parques del norte de Tanzania cómo Ngorongoro y Lago Manyara.
¿Que llevar?
En verano generalmente hace calor, pero las noches son algo frescas. De cara a los safaris, no olvides llevar una chaqueta, ya que por la mañana puede hacer frío, agua y una cámara con teleobjetivo si es posible.
¿Donde dormir?
Existen multitud de sitios donde dormir, pero nosotros os recomendamos dormir en medio del parque con tu tienda de campaña. Es una auténtica aventura.