Una de las excursiones mas típicas desde Puerto Natales es la visita a la cueva del Milodón, un lugar frecuentado en muchos paquetes turísticos que viajan hacia las Torres del Paine. Su nombre proviene de un mamífero herbívoro de alrededor de una tonelada de peso y cuyos restos fueron encontrados en diferentes partes de la cueva. Es por ello que una figura a tamaño real de un milodón preside su entrada.
La cueva del Milodón
En el año 1895 un colono llamado Hermann Eberhard estaba explorando la cueva cuando de repente se tropezó con los restos de una piel con un pelaje bastante grueso. Este tras una larga investigación se dictaminó de que se trataba de un animal ya extinto llamado Milodón.
Con los años la cueva del Milodón fue declarada Monumento Natural en Chile con el objetivo de protegerla del vandalismo y la preservación de algo tan único.
Nuestra visita a la cueva del Milodón
Se acerca el invierno a Puerto Natales y tras terminar el circuito O/W de las Torres del Paine bajamos a la ciudad mas cercana para descansar un poco. Esto al menos era la teoría pero como siempre nos pasa en la práctica, nuestro culo inquieto decide por nosotros retomar nuestro viaje al día siguiente.
A la mañana siguiente alquilamos un coche en una de las agencias locales de Puerto Natales, muchas de ellas cerradas o a punto de cerrar tras comenzar la temporada baja. No obstante tuvimos suerte y nos pudimos hacer con un vehículo. Eso sí, con una pequeña sorpresa al firmar los papeles… Nada mas y nada menos que sobre la mesa donde teníamos que firmar había una nota informativa y con la foto de un accidente donde decía… «Turista español fallecido con un coche de alquiler«. Toda una declaración de intenciones para que evitemos conducir como Fernando Alonso.
Sin mas preámbulo tomamos la misma carretera que lleva a Torres del Paine y tras conducir unos 30 minutos llegamos hasta la Cueva del Milodón, justo a los pies de un cerro llamado Benitez y bajo un incipiente frío que se colaba en nuestros huesos.
Curiosamente no había coches en el parking y al parecer la cueva del Milodón nos estaba esperando a nosotros solos. Con esta buena noticia pagamos los 4 pesos chilenos de la entrada y nos dieron a cambio un panfleto informativo del lugar.
El camino hasta la entrada a la cueva del Milodón tiene apenas 350 metros y durante ese corto espacio de tiempo hay varios carteles informativos donde se explica la fauna y flora de la zona así como se originó la cueva.
La cueva comenzó a originarse hace 18000 años a raiz del avance y otras veces retroceso de los glaciares de la zona los cuales terminaron erosionando las laderas del cerro Benítez. Posteriormente el glaciar formó un gran lago que generaba un gran oleaje contra el cerro ayudando a la formación de la cueva.
A medida que nos acercábamos a la entrada nos comenzábamos a hacer una idea del tamaño de esta. La cavidad principal es muy grande y curiosamente la preside un Milodón de escayola a tamaño real.
El camino perfectamente marcado es completamente circular, comenzando por el lateral izquierdo de la cueva y finalizando por el oscuro lado derecho. Su interior es bastante austero y uno siempre piensa encontrar estalactitas o estalagmitas cosa que aquí no encontraremos.
A pesar del frío reinante en el exterior, la cueva conserva su propio micro clima y eso hace estar bastante mas a gusto que a las afueras. Comenzó a llover en el exterior y con ello aflojamos el paso para salir lo mas tarde posible. Dentro se estaba tan ricamente.
Llegamos al punto final de la cueva y casualmente la luz del sol entraba hasta este lugar. Desde aquí se podían ver hoyos en la tierra como si se tratara de antiguas excavaciones buscando mas restos de milodones o incluso otros animales como dientes de sable y caballos enanos, muy frecuentes en esta zona hace miles de años.
Con esto y tras entrar en la zona oscura de la cueva, aceleramos el paso y nos fuimos directamente a la entrada de la cueva. La verdad es que no nos quedaba mas que ver.
Además de la cueva del Milodón existen otras dos cuevas mas de menor interés llamadas cueva del medio y cueva chica, a las cuales se puede llegar desde un sendero señalizado desde el centro de información. Nosotros no fuimos por el mal tiempo pero quizás sería recomendado visitarlas con mejores condiciones.
Datos prácticos
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¿Cuanto cuesta la entrada?
El coste es de 4$ en temporada alta y de 2$ en temporada baja, pero debemos tener en cuenta que para llegar hasta aquí necesitamos disponer de coche o mediante una excursión. Otra opción es hacer el tour de un día donde se incluye una visita a Torres del Paine.
¿Cuando ir?
Es una cueva, no hay problema en ir cualquier época del año. Lo recomendado es ir entre los meses de Diciembre y Abril. Es un lugar frío y suele nevar en invierno.
El horario es de 08:00 – 19:00 (Octubre a Abril) ó de 08:30 – 18:00 (Resto del año).
¿Qué llevar?
Ropa para protegernos tanto del frío como de la lluvia. Un paraguas no tiene sentido por el fuerte viento. También es recomendado llevar algo de comida y agua.
¿Dónde dormir?
A continuación os dejamos unas opciones donde alojarse y de donde se han obtenido muy buenos comentarios.
- Apartamentos Paso Kirke.
- Hostal Guanaco Blanco
- Dorotea Vista : a las afueras de la ciudad. Se necesita vehículo.
- Singular Patagonia Hotel : de lo mejor de la zona.