Las Termas de Caracalla son uno de los restos romanos menos visitados de Roma, unas ruinas un poco apartadas del centro pero de las más lujosas e impresionantes de la antigua Roma. Si quieres conocer cómo disfrutaban los antiguos romanos, no dejes de visitar este singular lugar, uno de los que hay que ver en Roma para poder entender su historia.
Las Termas de Caracalla
Baños, gimnasios, bibliotecas y jardines
Durante tres siglos estos baños fueron no solo las termas de Roma más importantes, si no uno de los lugares de ocio y descanso de gran parte de los romanos. Más de 10 hectáreas de piscinas, gimnasios, bibliotecas, tiendas y jardines comprendían este lugar. Para que os hagáis una idea, por aquí pasaban unas 8.000 personas cada día, una cantidad enorme para hablar del siglo III. Sin duda, las Termas de Caracalla eran uno de los epicentros de Roma.
Para que funcionara así, en un mundo sin tecnología, cientos de esclavos trabajan en las profundidades entre miles de tuberías para enfriar o dar calor a las aguas que corrían entre las impresionantes piscinas del recinto, sobre todo las del recinto central, donde quedan además la estructura de los edificios y que su altura, hipnotiza a más de un turista.
Visita a las Termas de Caracalla
La visita a las Termas, incluso en temporada alta, se hace en un ambiente bastante tranquilo, sobre todo porque los espacios son muy amplios y por la baja cantidad de turistas que las visitan.
La visita hoy en día transcurre entre jardines y sobre todo por los baños centrales, un enorme edificio flanqueado por dos enormes palestras. En un lugar así la imaginación vuela, y te puedes imaginar entre frisos, pinturas y agua cristalina a las bañistas que se refrescaban en un lugar así.
Una de las ruinas más importantes de las Termas de Caracalla es un bloque de mármol blanco empleado en un antiguo juego de mesa, con varias muescas y que podéis encontrar en la palestra oriental.
El mundo subterráneo
En 2019 han abierto el laberinto de galerías y los hornos donde los esclavos quemaban parte de los bosques cercanos que circundaban la Ciudad Eterna para calentar el agua de las Termas de Caracalla.
A unos 6 metros de profundidad existen instalaciones hidráulicas, hornos, calderas y chimeneas que calentaban el agua para garantizar el bienestar de los romanos que diariamente acudían a los baños de las Termas de Caracalla. Una obra de ingeniería que aún sigue casi intacta en nuestros días. ¿No te apetece descubrir unas Termas en Roma únicas?.
Datos prácticos
Antes de partir a Italia
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¿Cuánto cuesta?
La entrada al recinto cuesta entorno a los 6€, aunque la reducida parte de los 3€.
¿Cómo llegar a Roma?
Existen dos aeropuertos relativamente cerca de Roma. El más grande es el Aeropuerto de Leonardo Da Vinci ó Fiumicino, a unos 30 km del centro de la ciudad. El otro aeropuerto, Ciamonchino, es más pequeño y ampliamente utilizado por las aerolíneas de bajo coste.
Ciamonchino al estar tan alejado la mejor opción es el taxi, que sale por unos 30€, pero ojo, lo compartir es un timo. No compartes, al final, todos pagan lo lo mismo.
Ambos aeropuertos tienen líneas de tren y autobús para conectarse con la ciudad. Una buena opción es contratar un traslado del aeropuerto, más cómodo y con menos complicaciones,.
Tours por Roma
Te recomendamos que hagas algún tour guiado por Roma. Hay muchas cosas que ver en Roma de las cuales tienes que conocer su historia. Los Museos Vaticanos, el Coliseo, ¡No te arrepentirás!.