Gambia. Una historia entre la corrupción y la pobreza. Un paraíso para los turistas de color rosa venidos del norte de Europa que no se mueven del hotel y que vienen a disfrutar de sus interminables playas doradas y que salvo los más audaces o aventureros, pocos se atreven a descubrir el interior donde te pueden esperar un montón de sorpresas.
Nuestra particular historia en Gambia
Gambia es un pequeño país de tan solo 500km de largo por 50km de ancho situado en medio de Senegal. De un pasado colonial turbulento, donde la esclavitud fue uno de sus principios durante la ocupación inglesa, es famoso por una de las grandes novelas de nuestro tiempo, Raíces de Alex Haley, donde cuenta la historia de Kunta Kinte, el primogénito de una familia de cuatro hijos de origen musulmán de la etnia Mandinga de una pequeña aldea junto al río Gambia, Juffure, una aldea convertida en ruta obligada para muchos turistas curiosos.
Hoy en día el turismo en Gambia se basa en un turismo heliotrópico o de playa, eco resorts y cruceros por el río Gambia para visitar rincones tan interesantes como el River Gambia National park donde aún es posible ver chimpancés en libertad además de numerosos hipopótamos y cocodrilos en temporada seca.
A parte, mucha gente que visita Senegal, el país que rodea todo Gambia, suele hacer una parada para tan solo atravesarlo por la Trans Gambia Highway o por el puerto de Banjul, la capital, pero la mayor parte de ellos lo hacen en taxi de la sabana o en barco. Si vas con tu coche, por ejemplo de alquiler, te pueden esperar sorpresas de todo tipo.
Normalmente la postura más cómoda es alquilar un coche con conductor, opción más cara pero mucho más segura de cara a tener que evitar a los pesados y a los policías corruptos, algo que viene de serie en este país. Visitando Gambia con coche de alquiler de Senegal, sin conductor, te pueden pasar cosas como esta pequeña historia de corrupción y pobreza.
Cruzando por Seleti, Senegal, dirección Sukuta, Gambia, nos encontramos nuestra primera sorpresa, la corrupción en la aduana. Allí había una colección de funcionarios y policías dispuestos a sacarte los cuartos, algunos con sonrisa otros con desprecio, pero todos con un mismo objetivo, sacar todo lo que puedan al turista. Desde nuestros pantalones, hasta dinero, el reloj o cualquier cosa que vean en tu maleta. Que majos, al menos hablan inglés, ya que francés ni idea, pensaba, pero a veces es mejor hacerse el sueco (no saber el idioma), para que te dejen en paz. Para poder sortear este primer imprevisto tuvimos que regalar azúcar y té, entiendo que por el Ramadán, al jefe de la aduana, ya que nada más ver la matrícula de nuestro coche, de Senegal, supo que éramos una presa perfecta. Senegal y Gambia históricamente se llevan muy mal por temas territoriales, coloniales y étnicos de lo que los europeos tenemos mucha culpa y que ahora nos toca pagar el peaje de todo el mal que hicimos en su momento. Pues nada, 20 € y un pase firmado a mano de dudosa legalidad.
Una vez dejado la aduna 5 km después a la altura del cruze de Mandina Ba llegó el segundo imprevisto, un control policial. Dos policías, dos amiguetes y varios curiosos… Los papeles por favor, ¿son de Senegal?. Empiezan mal las cosas pensé… Me gusta su camiseta, llevaba la de la selección Española, y a mi también, le respondí. 30 minutos de registro, intento de «robo» de móvil, medicinas, etc.. pero gracias por hacerme el sueco, ni papa de inglés claro, nos dejaron pasar sin tener que aportar nada salvo nuestra mejor sonrisa y calmada paciencia…
Una vez visto esto decidimos ir directamente a Serrenkunda a descansar y dejamos de lado la idea de ver el país salvo que lleváramos algún local, después de todo veníamos de dos semanas largas en Senegal. Lo cierto es que en el país vecino tuvimos algún problema, ya que en un par de ocasiones el peaje que teníamos que pagar era transportar a la madre o algún amigo al siguiente pueblo, peaje que siempre accedíamos gustosamente.
Al llegar a Serrekunda pudimos comprobar que a penas había turismo, ya que en temporada baja, agosto en este caso, muchos hoteles ni abren o permanecen casi vacíos. Eso si, desde Octubre hasta Marzo tanto los ingleses como la gente que proviene de los países nórdicos realizan sus reservas con meses de antelación, por lo que ojo con no encontrar alojamiento en esas fechas.
Serrekunda
Serrekunda es el Magalluf o El Arenal de Gambia pero sin tanta discoteca ni restaurantes. En esta zona de Gambia es posible disfrutar de playas kilométricas pero sin demasiada calidad, ya que son bastantes sucias y están atestadas de gente vendiendo souvenirs.
Moverse por allí es fácil. En Gambia existen taxis verdes y amarillos. Los primeros son más caros y tu decides el destino, son los que llaman turísticos. En cambio los amarillos son mucho más baratos, compartes con los locales coche y las rutas suelen ser fijas, por lo que a veces toca tomar varios taxis para llegar al destino.
La única vez que cogimos nuestro coche nos pusieron una multa, un tanto ridícula ya que fue por no llevar el cinturón. Si en este país la gente va en el techo de los coches, llevan cabras en los asientos y muchos coches no llevan ni puertas, ¿cómo es posible que por no llevar el cinturón te ponga una multa?. Pues nos la pusieron.
Si tuvieramos que aconsejar un hotel sería el Luigis Complex, no es el más barato, pero dispone de habitaciones de primera calidad y nos trataron fenomenal, aunque al ser temporada baja no disponían de todos los servicios.
A nivel de restaurantes cualquiera de la calle Senegambia Rd dispone de platos europeos, un pequeño oasis si llevas varios días comiendo pan, fruta y verdura.
Banjul
Una vez tomado fuerzas en Serrekunda decidimos volver a Senegal tomando el ferry desde Banjul. Posiblemente hasta la fecha ha sido una de las peores decisiones que hemos tomado, ya que para atravesar el río, en temporada de Ramadán eso si, tienes que esperar una cola de dos días, por lo que aconsejamos que cruzeis el país por la Trans Gambia Highway si lleváis vuestro coche. Si vais a pie, ningún problema, solo tienes que compartir el espacio con una vaca, decenas de gambianos y sabiendo que corres el riesgo de hundimiento por exceso de capacidad, casi nada, de lo más divertido..
Cuando llegamos a Banjul en la cola del ferry nos ofrecieron saltarnos la cola por un módico precio, 10€, corrupción absoluta pero precio que pagaría cualquiera por no esperar dos días. Maldito el día que decidimos subir a ese ferry, ya que hasta que no estuvimos delante del barco no nos dimos cuenta que en él solo cabían 6 coches y que además para poder acceder los coches se empujan los unos a los otros. No os voy a decir como quedó el coche, tan solo deciros que no conseguimos subir y que tuvimos que recorrer 1.000km adicionales para rodear Gambia con un coche lleno de golpes por carreteras de muerte, eso si, por Casamance, el paraíso verde de Senegal, pero esto es otra historia y es otro viaje. Javier Blanquer.
Datos prácticos
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Consejos si llevas coche de alquiler
Si vais a llevar coche o alquilar uno tened en cuenta que:
- Llevar un coche con matrícula extranjera, y más si es de Senegal, suele ser una fuente de problemas.
- Si vais con guía no habrá problema y más si el coche tiene matrícula de Gambia.
- Hay que ser respetuosos con la policía.
- Es posible que pidan dinero o que lleves a alguien en el coche. Lo primero nunca lo acepteis.
- Con una buena sonrisa y paciencia es posible salir airoso de cualquier problema.
- Hacerse el «sueco», no hablar inglés y sonreir ante todo, suele ser la mejor opción.