Travesía por el glaciar de Mar de Glace en Francia

Uno de los glaciares más bonitos de los alpes que podéis encontrar junto al idílico Chamonix

Después de intentar subir al Mont Blanc y decirnos, anda majetes hoy no es un buen día, decidimos ir al Mare de Glace o Mar de Glace, un espectacular glaciar en las ladera norte de esta imponente montaña, en los Alpes franceses. Este glaciar, el más grande de Francia, tiene nada menos que 200m de profundidad por 7km de largo. Como curiosidad es un glaciar que se mueve más de lo normal, un centímetro a la hora y unos 120m al año. En este glaciar es muy común ir saltando o esquivando multitud de seracs, grandes bloques de hielo fragmentados. Es un espectáculo tanto para los que lo atraviesan como a los que vienen a tomarse un buen café en uno de los restaurantes con mejores vistas de todo Francia.

Mar de Glace
Mar de Glace

Travesía al Mar de Glace (Mare de Glace)

Uno de los glaciares de los Alpes más espectaculares

Dejando de lado por el momento el Mar de Glace vamos una contar una breve historia de nuestro episodio en el Mont Blanc dos días atrás.

A veces la suerte a un montañero no le acompaña, pero también es esa suerte la que hace que siga subiendo y escalando montañas. Esto es lo que nos paso en los Alpes, concretamente en el Mont Blanc. La previsión del tiempo era regular y la verdad, antes de subir ya nos alertaron que la cima estaba muy complicada. En la propia estación de tren nos indicaron que habían cancelado todas las subidas, pero bueno, por probar e ir al primer refugio no perdíamos nada, pensamos. Y la verdad, llegamos. Nuestra intención era dormir en tienda, a varios grados bajo cero por la noche, no porque fuéramos unos machotes si no por que el refugio supuestamente estaba lleno. Al llegar al refugio nos encontramos la grata sorpresa de ver que se habían cancelado más del 90% de las reservas, por lo que dormir calentito era la opción, pero cuando pasan estas cosas, cuando el río suena, algo lleva. Después de cenar en el refugio fuímos a preguntarle al dueño por la previsión meteorológica, ya que la situación era extraña y todos los que estábamos allí dudábamos del día de mañana. Su respuesta, escueta, clara y concisa fue, ¿estáis locos?, algo que debatimos como buenos machotes porque dudábamos de su palabra, ya que seguíamos pensando en subir. Comentarios del tipo, eso es para turistas, para los japoneses que suben en «chanclas»… ¡insensatos!. Pero después de darle vueltas volvimos a preguntarle, y esta vez nos respondió. Si fuerais rusos podría entenderlo, están locos, pero españoles?…. Nos convenció, total, hacía dos días que hubo otro imprudente que la palmó. Es por estas cosas por las que un montañero prudente y que no se confía sigue ascendiendo montañas, la montaña siempre estará allí,  solo espera el mejor momento para poder descubrirla.

Primer refugio Mont Blanc
Primer refugio Mont Blanc

Partiendo de Chamonix

Volviendo al Mar de Glace, salimos a primera hora desde Chamonix para tomar el primer tren cremallera hacia el glaciar del Mar de Glace. En la ida el tren estaba prácticamente vacío, salvo algún que otro montañero o turista madrugador. A la vuelta en cambio, hasta arriba, eso si, de la gente que había subido al espectacular mirador o al restaurante.

Una vez que te deja el tren cremallera en el mirador ya se vislumbra gran parte del recorrido del glaciar, la escalera y la vía ferrata que hay que tomar para poder bajar hacia él.

Escalera
Escalera
Escalera
Escalera
Vía ferrata
Vía ferrata

Bajar por la escalera puede dar mucho vértigo si nos vas bien asegurado, pero sobre todo porque un mínimo resbalón te conduce directamente al servicio funerario. Asegúrate, aunque veas a gente que no lo hace, si te llegas a caer te aseguro que no lo cuentas. ¿Has visto las fotos?…

Una vez abajo toca saltar entre las grietas, dejar atrás las rocas y la tierra para dar paso al hielo glaciar. Allí mismo nos pusimos los crampones y tomamos rumbo hacia el nacimiento del glaciar.

Saltando sobre el Mar de Glace
Saltando sobre el Mar de Glace
Mar de Glace
Mar de Glace

Poco después de ponernos los crampones vimos a un «aprendiz» de loco, con vaqueros, zapatillas y su cámara de fotos. Carne de cañón de un serac o un buen resbalón. Las debió pasar canutas para subir por la escalera sin arnés ni seguridad… ya que le perdimos de vista poco después.

A medida que avanzas dejas a tu izquierda algún grupo que está practicando escalada en hielo, muy cerca de la escalera, y al fondo comienza a verse el Refugio dEnvers des Aiguilles a la derecha. Todo el camino es una sucesión de cambios de relieve donde se originan pequeños cañones helados y torrentes de agua que en muchas ocasiones hay que saltarlos o rodearlos. Muchos de ellos forman cascadas e incluso cuevas o formaciones espectaculares de un azul intenso y único de los glaciares.

Mar de Glace
Mar de Glace

La ruta es circular y aunque se necesite cierto material, si no se tiene se puede alquilar, eso si, baja solo si tienes experiencia. El Mar de Glace es una pequeña aventura, turística como la que más, pero con accidentes todos los años por no llevar el material necesario o simplemente por no asegurase y bajar la vía ferrata más rápido de lo normal. Sé tortuga que vivirás, se gacela y vivirás poco…

Mar de Glace
Mar de Glace

Este año volvemos al Mont Blanc. Esta vez esperamos que el tiempo nos acompañe, por lo que será otro viaje y otra historia. Javier Blanquer.

Datos prácticos

¿Cuándo ir?

Verano es la mejor época. Buenas temperaturas y buen tiempo. Que te pille un temporal en medio del glaciar puede ser peligroso si andas lejos de su entrada, cerca del mirador. De todas formas en Chamonix hay una oficina de información meteorológica donde te informan del estado en todas las rutas de la zona.

¿Cómo llegar?

Tomar el tren cremallera al otro lado del río en Montenvers. Este mismo tren te deja en la entrada al glaciar.

¿Qué llevar?

  • Pantalón largo, camiseta térmica (un par) y forro polar
  • Gorro y guantes (llevaría al menos 2 pares de guantes)
  • Manta térmica
  • Primaloft, hace mucho frío en invierno
  • Chubasquero o tercera capa para viento o lluvia
  • Botas altas y calcetines de invierno
  • Crampones, cuerda, arnés y piolet, la cima suele estar helada y con hielo
  • Linterna o frontal. Los Black Diamond por ejemplo son excelentes
  • Polainas. Aquí tienes un buen ejemplo de polainas y ojo con la talla
  • Mochila de al menos 45l y material de acampada. Hay que llevar la tienda de campaña, que en invierno no se puede hacer en un día
  • Bastones de trekking
  • Mapa/GPS. Sin esto ni te presentes. Como GPS nuestra recomendación es el GPSMAP 64 de Garmin
  • Comida para dos días

¿Donde dormir?

En la Rue Joseph Vallot, si giras a la izquierda desde Michel Croz, hay varios hoteles con «buenos» precios. Todo lo que sea fuera de la avenida principal, de las tiendas y lejos del centro siempre será mucho más barato. Otra buena opción, son los campings de alrededor.

  • Cretes Blanches. Tiene habitaciones para 4, por lo que si vais en grupo, algo te ahorras.