Al norte de Burgos tenemos la bonita localidad de Oña, enclava en las Merindades y en la Mancomunidad Raíces de Castilla. Oña es famosa por su pequeño casco antiguo y por el espectacular Monasterio de San Salvador de Oña, una de las joyas de la provincia.
Qué ver en Oña
Oña está situado en el Parque Natural Montes Obarenes – San Zadornil. Este parque natural, junto al borde más meridional de la Cordillera Cantábrica pero en Burgos, engloba las sierras de La Llana, Pancorbo y Arcena. Oña se asienta sobre un meandro del río Oca, por lo que tiene una configuración un tanto alargada y está rodeada de zonas verdes. Fue una ubicación muy importante en la Edad Media y su etapa de esplendor fue durante la formación de Castilla.
El casco histórico de Oña
La ciudad ostenta el título de Muy Leal y Valerosa. Desde el año 1999 el casco histórico de Oña está declarado como Bien de Interés Cultural. Las casas de la calle del Pan y del Agua, la antigua judería medieval en la calle Barrueso la han dado esta distinción, a la vez que la fachada del monasterio.
No olvides darte un paseo por la parte antigua de origen medieval antes de tu visita al Monasterio de Oña, dirígete a la Plaza del Ayuntamiento, donde puedes disfrutar de un merecido descanso en alguna de sus terrazas o bancos.
Aquí está la iglesia parroquial de San Juan Bautista, que es la que usa el pueblo ya que la del monasterio era para los seglares. Tiene en el interior restos románicos y un calvario gótico del siglo XIII. Fue construida entre los siglos XII YXVI
Museo de la Resina de Oña
Es el principal museo que ver en Oña y lo encontrarás el interior de la antigua Torre de San Juan y junto a la plaza del ayuntamiento. En las cuatro salas se da a conocer al visitante, el desaparecido oficio de resinero y lo que se hacía en tiempos con la resina. En la última planta, aparte de una maqueta de la villa podrás tener unas excelentes vistas de Oña.
El Arco de la Estrella
Junto a la iglesia, subiendo por la calle Barruso, se encuentra el único resto de la muralla defensiva medieval representado en una de las puertas de Oña, el arco de la Estrella. Fue construida en los siglos XIV y XV, cerca del antiguo barrio judío.
El Real Monasterio de San Salvador de Oña
Esta impresionante edificación posee una iglesia de origen medieval, donde aunque prolifera el estilo gótico burgalés, aún se conservan trazas de la construcción románica original y la presencia de añadidos barrocos. En su interior, e integrado en un casi opresivo altar mayor en estilo barroco, se encuentra el Panteón de los últimos Condes de Castilla y primeros monarcas castellanos. la puerta de entrada de madera de estilo gótico-mudéjar del siglo XV.
Se asienta sobre un curioso fenómeno geológico que dio origen a un inmenso cráter de 2,5 km de diámetro fruto de la sal acumulada de un antiguo mar. Un proceso tan singular que solo existes tres lugares en el mundo.
La iglesia
La iglesia es el primer punto que ves en la visita, hay que está junto a la taquilla de la entrada. En ella puedes ver pinturas al fresco de estilo gótico que datan de la primera mitad del siglo XIV. En ellas se cuenta la vida de Santa María Egipciaca y no fueron descubiertas hasta el año 1970. El coro gótico fue realizado en el siglo XV en madera de nogal y consta de 84 sitiales.
Panteón real y condal en el Monasterio
Es un punto importante de la visita y también una joya arquitectónica en sí. Desde los nichos, construidos en madera tallada en estilo gótico mudéjar, además hay varias pinturas en estilo flamenco y por último, los 8 sepulcros que son una obra de artesanía donde se juega con la combinación de maderas para crear letras e imágenes. En el Panteón Real reposan los restos de los siguientes reyes: Sancho II ‘El Fuerte’, el rey que fue asesinado en Zamora en 1072 por Bellido Dolfos y de los restos se ocupó el alférez Cid Campeador de llevarlos a Oña. El rey de Pamplona Sancho III ‘El Mayor’, su esposa la reina Doña Muniadona y el infante García, hijo del rey Alfonso VII ‘El Emperador’.
En el Panteón Condal se hallan los restos del tercer conde castellano Don Sancho García, fundador del monasterio de San Salvador de Oña, su esposa Doña Urraca y el hijo de ambos el infante Don García Sánchez, que se cree fue asesinado en el año 1029 en León, cuando iba a su boda. Y por último los restos de los hijos de Sancho IV ‘El Bravo’.
Un punto importante es el órgano barroco, una maravilla, restaurado en este siglo pero solamente se utiliza en contadas ocasiones, como son los dos conciertos que se dan al año.
Fray Pedro Ponce de León
Os queremos recordar porque hay una estatua de Fray Pedro Ponce de León junto a la escalinata de acceso al Monasterio de Oña y también porque reposan sus restos en la iglesia. Él inventó el lenguaje de signos en el siglo XVI, lo que permitió la comunicación de las personas sordomudas.
El claustro gótico
Al lado de la iglesia, antes de salir al claustro, atravesamos la antigua sacristía que actualmente es un museo de arte sacro donde se conservan artesanías del propio monasterio y de iglesias de la zona. Además hay restos de la nobleza enterrada en el panteón real. El claustro es obra de Simón de Colonia. El claustro es precioso, en buen estado de conservación y es un lugar singular y de gran tranquilidad.
Los Jardines Secretos de Oña
En el antiguo huerto del monasterio Patrimonio Natural, ahora tiene una zona ajardinada conocida como el jardín secreto. Una parte del jardín es una piscifactoría de truchas, aunque ha cambiado mucho desde el siglo XVI. Solo quedan las piscinas de cría y un canal que abastece de agua. En los jardines del monasterio benedictino se ha creado un espacio llamado Jardín Secreto en el que se exponen obras de arte contemporáneo. Las exposiciones son temporales y de varios artistas.
Curiosidades del Monasterio
Os dejamos dos curiosidades, la primera del claustro, ya que se puede admirar la imagen de Santa María de Oña, a la que el rey Alfonso X el Sabio compuso una de sus cantigas para recordar su visita en la niñez al Monasterio.
La otra es que durante el mes de agosto se realizan en la Iglesia de San Salvador las representaciones medievales del Cronicón de Oña, un sorprendente espectáculo de luz y sonido un centenar de vecinos narran los orígenes del Reino de. Esta fantástica obra de teatro se celebra a mediados de agosto.
Las Merindades y la Mancomunidad Raíces de Castilla
La mancomunidad debe su nombre a los orígenes del Condado de Castilla, cuando los primeros repobladores se asentaron en la zona, construyeron las primeras fortificaciones, torres y castillos y formaron un condado. Con el tiempo pasaron a convertirse en uno de los reinos que conformarían España.
En el año 1998 Frías, Poza de la Sal y Oña deciden unirse para impulsar el turismo en la zona a partir de elementos comunes como son su historia y la naturaleza. Oña se encuentra en las Merindades, una zona que es recomendamos que echéis un vistazo por su alto valor natural y cultura. Ver qué ver en las Merindades.
Frías
Se encuentra en lo alto de un cerro y conserva una estructura urbana de la época medieval con el Castillo de los Velasco como colofón. Tiene un puente romano que fue reconstruido en la Edad Media, sobre el río Molinar, afluente del Ebro. Suponemos que desconocéis que Frías es la ciudad más pequeña de España y consiguió este título en el siglo XV. Se lo concedió el rey Juan II de Castilla con la idea de hacer un trueque con una de las familias ligadas a la historia de esta población, los Velasco. A los que años más tarde los Reyes Católicos hicieron Duques de Frías.
Poza de la Sal
Poza de la Sal, es la tierra natal de Félix Rodríguez de la Fuente. El pueblo es tranquilo, merece la pena dar una vuelta por su casco histórico, reposado y rústico, lo más llamativo es el Castillo de los Rojas desde donde se obtiene unas hermosas vistas de todo el pueblo. También está la Iglesia de San Vicente. En el borde la Muela se pueden ver las curiosas casas colgantes que aprovechan el poco espacio construible. Aunque no os lo creáis, porque el mar está a mínimo 200 kilómetros, en su día el pueblo vivía de la explotación de la sal. Poza se asienta sobre un gran depósito de sal marina, que es el más grande de Europa por un proceso geológico llamado diapiro. Este proceso genera cráteres, los cuales suceden cuando una gran masa de sal, depositada en el subsuelo, asciende a la superficie, rompiendo los estratos superiores hasta crear un cráter.
Datos prácticos
El Parque Natural donde se encuentra el pueblo de Oña, cuenta con una red de 23 senderos. Donde puedes practicar el senderismo y descubrir su red de pueblitos pueblos como son los ya mencionados Frías, Oña, y La Poza de Sal y además Ranera, La Aldea, Pancorbo, Encío, Bozoó, San Martín de Don, Herrán, San Zadornil, o la cuna del castellano: Valpuesta.
¿Cómo llegar a Oña?
Oña se encuentra situada a 70 kilómetros de Burgos, 23 de Frías y 13 de Poza de la Sal. Lo mejor es ir en coche pero desde Burgos se puede llegar en autobús.
Gastronomía de la zona
La gastronomía se encuentra representada por sus famosas morcillas caseras, que puedes adquirir en cualquiera de sus carnicerías (o por internet en www.embutidosmaripaz.eu). En la época veraniega puedes encontrar deliciosas cerezas, un fruto que inunda toda la Vega de Tamayo hasta enlazar con el Valle de las Caderechas. El apartado artesanal destaca por un taller de botería y otro de encuadernación.
Dónde comer en Oña
- Restaurante Blanco y Negro, calle del agua, 23. Un curioso restaurante fusiona la comida senegalesa y española.
- Restaurante Once Brutos: Calle del Pan 6. Servicio amable, lugar tranquilo, menús bien de precio y cocina castellana.
- Restaurante La Muralla: Calle Ronda 69. Regentado por un matrimonio con cocina como la de antes, no tiene una carta abundante y el menú es sencillo pero rico.
- Restaurante Rincón del Convento. Calle del Convento, 16. Un lugar donde el trato y la comida están bien para la zona. Tienen menú y su cocina es castellana.
- Restaurante El Cazador: Calle Ronda, 33. Un restaurante con cocina tradicional, raciones promediadas donde te recomendamos sus pinchos de champiñón y moruno, las chuletillas y sobre todo la morcilla de Oña.