Siempre nos ha fascinado la Guerra Civil Española, una guerra transformada en una realidad distinta en muchos libros de historia. Por mucho que lo libros reflejen una u otra realidad sobre dos bandos que sufrieron y se enfrentaron a la muerte, hay pueblos como Rodén que dejan una clara la huella de la devastación que sufre un pueblo debido a una barbarie. Como en el caso de Belchite, Rodén nunca resurgió de sus cenizas, si no que se decidió volver a construir el pueblo junto a él dejando las semillas y los hechos de lo que es capaz una brutal guerra.
Rodén, un poco de historia
Rodén, al igual que Belchite, es un pueblo que ha quedado congelado en el tiempo una vez vivido de lleno una guerra como la Guerra Civil española. Su iglesia, sus casas, todo fue abandonado entre 1936 y 1937 debido a la contienda durante el frente de Belchite.
El ejército republicano con su ofensiva en Aragón conquistó no solo esta población, si no también Belchite durante 1937. Zaragoza era el principal botín, pero otros pueblos como Rodén cayeron por el camino. Las tropas franquistas no pudieron hacer nada en lugares como Belchite, y Rodén, donde esté último un fuerte bombardeo acabó con ella.
Visitando Rodén el viejo
Llegamos a Rodén en una tarde soleada desde Zaragoza. Rodén nos llamó la atención desde el principio cuando leímos acerca del Frente del Ebro y la Batalla de Belchite. Toda esta zona de Zaragoza está impregnada con la historia de España y es fácil encontrarse con restos de la guerra como trincheras o pueblos con los signos de la contienda como Rodén o Belchite.
Al llegar a Rodén nos llamó la atención de la cercanía del puente que lleva el AVE a Barcelona, con ese susurro que solo es capaz el tren de alta velocidad. Nos preguntábamos si los pasajeros se fijaban en Rodén al pasar por el puente, ya que más de una vez lo habíamos cogido y nunca nos habíamos dado cuenta.
Pasado el puente aparece Rodén el nuevo, bajo una colina donde se asientan las ruinas de Rodén el viejo. Ya desde allí abajo daban ganas de ascender y descubrir ese pueblo, un pueblo que parece de cartón, todo en ruinas y como si los fantasmas habitarán en él.
Dejamos el coche después de subir por una carretera que rodea Rodén viejo y caminamos por un sendero para adentrarnos entre las ruinas de Rodén.
A primera vista no nos impresionaba tanto como Belchite, ya que es un pueblo mucho más pequeño. La torre de la iglesia es su mayor exponente, donde es visible que parte de ella fue restaurada. A penas hay calles, pero si casas y pequeños edificios hechos cenizas. Caminamos alrededor de la iglesia viendo toda la panorámica del valle, donde se puede percibir que la colina de en frente proporciona las mejores vistas de lo que queda de Rodén.
Dejando Rodén el viejo y volviendo por el mismo camino se ve otra perspectiva del pueblo, con las casas de más abajo, en las que algunas casas aún conservan los colores de la época..
Sin duda las vistas desde el otro lado imponen, ya que se ve todo la magnitud de lo que fue el bombardeo. Rodén nos dejo un buen sabor de boca, una experiencia y sobre todo, un poco más de conocimiento sobre la Guerra Civil Española, que bien nos hace falta a todos.
Datos prácticos
¿Cómo llegar?
Rodén está a 25-30 minutos del centro de Zaragoza por la N-232. A parte, Belchite, uno los pueblos más famosos de la Guerra Civil, está a tan solo 20 minutos en coche, por lo que es una excursión perfecta de una mañana desde Zaragoza o de un día desde ciudades como Madrid.
¿Dónde dormir?
Os dejamos varios hoteles interesantes por la zona.
- Hotel Oleum Belchite. Hotel moderno con habitaciones muy cuidadas. Desde 60€
- Balneario Sicilia. Un lugar realmente especial para pasar el fin de semana.
- Hotel Castillo de Ateca. Un hotel de lo más original ya que está situado en un castillo árabe
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