Últimamente sucesos como los de Túnez, Siria o recientemente Yemen ponen en el mapa países que comparten el Islam como dogma. Muchos de vosotros seguramente habréis escuchado los frecuentes enfrentamientos entre la comunidad suní y chiíta y seguramente os haréis una pregunta que nos ronda a muchos por la cabeza. ¿Qué diferencia hay entre suníes y chiítas?

A nosotros nos fascinan los países que comparten el Islam como religión. Hemos estado decenas de veces en Marruecos, hemos visitado Gambia, Senegal, Túnez, Argelia, Turquía, Jordania, Indonesia, Uzbekistan o la India, por lo que podemos decir que tenemos una visión viajera de esta gran comunidad. Son gente realmente hospitalaria. Muchos nos han ofrecido lo que tienen, otros sienten curiosidad, la mayoría son amables y como en todas las culturas muchos derrochan bondad. Pero como en cualquier punto del mundo donde hay turismo y dinero la gente se convierte, haciéndola consumista, agresiva comercialmente y maleducada, una imagen que mucha gente se lleva de estos países. Podemos decir que más o menos es cierta, pero esto no es un tema de religión, es un tema de humanidad, y muchos países han pasado por ello para llegar a la prosperidad, incluso España.
Para los que vivimos en Europa nos puede chocar mucho sus costumbres, pero como tales hay que respetarlas. En ocasiones a ellos les pasa lo mismo, pero como cualquier ser humano donde naces o donde te crían es principalmente lo que prevalece, y es lo que te llevas contigo aunque te vayas a vivir a otro lugar del mundo. Otra cosa es el extremismo, pero es un tema al que no voy a entrar porque no solo no lo comparto, si no que marchita lo que representa para mi el Islam.

Diferencias entre suníes y chiítas
Centrándonos en el tema, la diferencia entre suníes y chiítas viene de muy atrás, concretamente con el fallecimiento del Profeta Mahoma y la elección de su sucesor. Hablamos del siglo VII, donde impera casi una sociedad tribal no siempre unida. La muerte del Profeta abrió dos vertientes. La primera fue para aquellos que pensaban que el sucesor tenía que ser de la misma sangre, similar a las monarquías. En este caso, el papel de sucesor le tocaría a Alí, primo y yerno del profeta. La segunda vertiente fue para los que pensaban que el derecho de sucesión debía ser como el de los Califas, una figura temporal escogida por la élite del pueblo por méritos. Además de estas diferencias los primeros defendían que el sucesor tendría que tener una figura de Iman, como los antiguas Papas del Renacimiento, pero en cambio la segunda vertiente veían a los Imanes como simples clérigos.
El primer grupo es el que llamamos hoy en día como chiítas y el segundo grupo como suníes, pero las grandes tensiones entre ambas facciones llegaron con el asesinato de Alí, las de sus dos hijos y gran parte de su descendencia que acabó en un distanciamiento casi irreconciliable. Nos puede parecer inhumano o medieval, pero muchos reyes europeos consiguieron sus coronas a golpe de realizar acciones similares.

Se dice que a nivel político las mayores causas de no llegar a una reconciliación es causa de las mayores potencias de este lugar del planeta, Irán y Arabia Saudí, chiíta y suní respectivamente, ya que dominan el panorama musulmán, con petrodólares por medio, con visiones muy distintas y sobre todo con amigos poco interesados en una futura amistad.
Hoy en día la comunidad suní es la más extendida en el mundo musulmán, con más del 80%. Podeis ver en el siguiente mapa como es la distribución actual.
¿Y las diferencias entre árabes o persas?
Pensemos la diferencias entre un español, un francés o un mexicano. Como en el caso del árabe y persa, en muchos casos distan mucho a nivel histórico pero todos comparten religiones similares. En el contexto histórico el mundo persa fue uno de los mayores imperios de la antigüedad hasta la llegada del titán Alejandro Magno. En aquellos tiempos el mundo árabe solo estaba formado por pequeñas comunidades muy dispersas entre sí. No fue hasta la llegada del Islam y la expansión de varios califatos cuando el mundo árabe se extendió de tal manera que incluso los grandes persas se convirtieron al islam. Para los ojos de un occidental son mundos aparentemente parecidos, quizá por compartir muchas costumbres y sobre todo la religión, pero eso no quiere decir que un Persa se considere árabe, todo lo contrario, por eso la comparación de si un español es un francés o un mexicano. Son personas, sí, pero de diferentes culturas, aunque puedan compartir la misma creencia.


¡No metas la pata!. Tuvimos la mala pata de llamar árabe a un persa en Uzbekistán. La persona en cuestión nos dijo que para ellos roza la mala educación llamar a un uzbeko árabe.
Lectura recomendada
Libros que te pueden inspirar
- Cuentos persas
- A la sombra de las espadas, Persia vs Roma
- Islam, arte y arquitectura
- Suníes y chiíes