Ascensión al pico Perdiguero desde el valle de Benasque

Ruta de una sola jornada hasta la cima de uno de los tres miles mas emblemáticos de los Pirineos

La ascensión al pico Perdiguero, una montaña de 3222 metros de altura, es uno de los clásicos del Pirineo Aragonés. Una ruta que se suele realizar en un sólo día, donde hay que tirar únicamente de esfuerzo dado que la dificultad técnica en verano es mínima. Un pico perfecto para iniciarse en el mundo de los tres miles.

ibón de Lliterola
ibón de Lliterola

Ruta para la ascensión al pico Perdiguero

Introducción

Nos encontramos en el valle de Benasque, en el corazón del Pirineo Aragonés. Lugar de acceso para cometer la cima más alta de la cordillera, el Aneto con sus 3404 metros, así como otros tantos tres miles como la Maladeta o el Posets.

El pico Perdiguero es uno de los tres miles más que se encuentran por la zona, compartido con nuestros vecinos franceses. A este pico se suele acceder desde el valle de Estós o por el valle de Benasque, ruta que comentaremos a continuación tras comentar los detalles técnicos de esta.

Detalles técnicos de la ruta

Es una ruta exigente en lo físico dado sus 1600 metros de desnivel. Por lo demás, no reviste de dificultad técnica en los meses de verano cuando la nieve desaparece.

  • Dificultad: alta por su exigencia física.
  • Tipo: lineal
  • Distancia: 14.5 km
  • Duración aproximada: 8/9h con paradas
  • Ascenso total: 1600 m
  • Descenso total: 1600m
  • Altitud máxima: 3.222m
Mapa de la ruta

 Descargar track de la ruta

Inicio de la ruta

La ruta comienza en un parking situado a 9 kilómetros de Benasque en dirección a Llanos del Hospital. Está a la altura del barranco de Lliterola, justo pasado el desvío hacia el balneario de los Baños de Benasque y hay espacio para más de 20 vehículos en su margen derecho.

Mapa en el inicio de la ruta

Desde allí y situado al otro lado de la carretera, parte la ruta hacia el pico Perdiguero, así como otros lugares como la cabaña del Ubago o los ibones de Lliterola ó el blanco de Lliterola.

Sendero tras pasar el bosque

Partimos desde una altitud aproximada de 1600 metros sobre las 06:30 AM, comenzando la ruta por un empinado zig zag que poco a poco atraviesa un tupido bosque de pinos. Este bosque desaparecerá a los 1750 metros, dejando pasar a un paisaje desprovisto de vegetación con el barrando de Lliterola en nuestro lado izquierdo.

Al fondo el Perdiguero
Al fondo el Perdiguero y el Perdigueret

Seguiremos subiendo hasta dar con un desvío, indicando por un lado la cabaña de Ubago y por otro lado los ibones de Lliterola, lugar al que debemos desviarnos (a la derecha).

Desde la cabaña del Ubago hasta el Ibón de Lliterola

Pasado el desvío, continuamos con el barranco de Lliterola a nuestra izquierda, donde en algunos tramos dejar ver alguna que otra bonita cascada e incluso varias pozas donde refrescarse.

Arroyo que baja de los lagos

Es justo en la poza más grande, donde nos metemos de lleno en el barranco, por una zona de roca y donde puede que tengamos que tocar suelo con las manos. No es complicado.

El barranco se estrecha

Tras este tramo estrecho, comenzaremos a bajar hasta dar con el Ibón de Lliterola, sobre los 2450 metros de altura tras haber recorrido 5 kilómetros.

Desde el ibón de Lliterola al mirador del ibón Blanco

En el ibón de Lliterola paramos 5 minutos para tomar un snack y seguimos la ruta por un sendero que sube casi en vertical justo al final del ibón por su margen izquierdo. Hay hitos que lo señalan. En cualquier caso, hay dos formas de sortear la pared y ambas formas parten desde sitios muy cercanos y terminan en el mismo lugar.

ibón de Lliterola

La subida como no podría ser otra forma, empieza en zig zag y termina en la collada Ubaga a 2703 metros. Desde aquí hay unas vistas estupendas del Perdigueret (2804 metros) y por supuesto del Perdiguero por su cara sur.

Perdigueret

Tomamos el sendero en dirección norte, bordeando el Perdiguero y el amasijo de rocas que lo rodean. Es cuando rocemos los 3000 metros de altura cuando comenzaremos a ver el Ibón blanco de Lliterola y también será el momento que comencemos el tramo final hasta la cima del Perdiguero.

Ibón blanco de Lliterola

Hasta la cima del Perdiguero

En tramo final consiste principalmente en sortear rocas de gran calibre. Es un mar de rocas!! donde a veces cuesta seguir el camino. Si es así, nuestra meta es llegar hasta la cresta y desde ahí continuarla hasta la cima.

Pedregal

Una vez en la cresta lo primero que vemos será una falsa cima, pero más adelante como a 250 metros veremos la cima del Perdiguero.

La cresta desde el Perdiguero

No hay pasos técnicos, sólo la vorágine de las trocas :-).

Una vez en la cima (3222 metros) obtendremos el premio de las vistas. Tanto del lado español como del francés. En el español con el ibón blanco de Lliterola, el valle de Estós, el Aneto o el Posets como principales atractivos.

Desde la cima del Perdiguero

Desde el lado francés y bastante cerca de la cima, los glaciares de la cara norte del Perdiguero (Glaciar del Portillón) así como el bonito lago del Portillón.

Desde la cima del Perdiguero
Desde la cima del Perdiguero

Y como la ruta es lineal, no queda más remedio que volver por el mismo camino recorrido hasta dar con el parking de Lliterola. Esto es todo.

De vuelta del Perdiguero

Datos prácticos

¿Cuándo ir?

Se aconseja subir en verano e inicios del otoño cuando el Perdiguero carece de nieve.

Conviene madrugar para realizar la ruta, partiendo antes de las 7 de la mañana para evitar imprevistos como las tormentas de verano.

¿Qué llevar?

Estamos en alta montaña y se recomienda vestir para tal fin. Por tanto es necesario llevar unas buenas botas, bastones si fuera necesario, crema solar, gafas de sol, un mapa/gps, agua en abundancia, gorra, forro polar, cortavientos y una prenda que repela el agua si el cortavientos no lo hace.

¿Hay agua en el camino?

Si, hay agua hasta los 2800 metros aproximadamente. Conviene llevar pastillas potabilizadoras o lejía para potabilizar el agua.

¿Hay refugios?

La cabaña del Ubago está situada a 2000 metros de altura y es la única que hay en todo el camino.

¿Es una ruta colapsada?

No, no es una ruta con demasiada gente. Es, en general tranquila, especialmente si comenzamos pronto.