Montaña Machu Picchu. La alternativa a Huayna Picchu

Montaña Machu Picchu es quizás el lugar menos visitado de todo el complejo de Machu Picchu. Ensombrecido por la ruta al Huayna Picchu,  su silueta es quizás menos impresionante, pero sus vistas son tan sobrecogedoras como su vecino. Ambas montañas son accesibles a todo tipo de público que tenga una condición física normal y no padezca de vértigo.

Montaña Machu Picchu. Una alternativa a Huayna Picchu

Cuando visitamos Machu Picchu nos puede sorprender inicialmente disponer de varios tipos de entrada. La mas común es la que visita el conjunto de ruinas y luego tenemos dos opciones diferentes que no podemos combinar, Huayna Picchu y Montaña Machu Picchu. Ambas incluyen una ruta de senderismo e incrementan el precio del ticket, teniendo además un cupo de personas diario para visitarlas.

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Generalmente las entradas a Huayna Picchu se agotan con facilidad, requiriendo reservar con antelación, en cambio para la Montaña Machu Picchu suelen quedar disponibles hasta unos días antes. La razón principal es que el primero es el mas conocido, además de ser la imagen mas conocida del complejo, concretamente la montaña rocosa de apareciencia inaccesible que reina la ciudad de Machu Micchu, la cual se asciende en menos de 1 hora.

En nuestro caso decidimos realizar la alternativa, la Montaña, mucho mas dura y con las mejores vistas del lugar.

Ruta a la Montaña Machu Picchu

Optamos por ingresar a la ruta en el segundo turno, el comprendido entre las 10 y las 11 de la mañana. Sabíamos que llegar hasta la cima de la montaña se necesitaban al menos 1 hora y media y teníamos tiempo de sobra, mas aún sabiendo su altitud, 3082 m, estando Machu Picchu a 2430m.

Desde el complejo tenemos que subir justo encima de donde está el viewpoint o mirador mas conocido de Machu Picchu, terminando en un sendero cubierto de vegetación y cerrado por una puerta por un vigilante.

Tras ser comprobado nuestro ticket en la entrada, firmamos en un libro con los datos de nuestro pasaporte y la hora de llegada. Esto es obligatorio para comprobar que todos los senderistas vuelven por el mismo camino y si estos se pierden o se saltan las normas del parque.

Comenzamos la subida y rápidamente notamos que ir deprisa no es aconsejable. Llevábamos pocos días en Perú y nuestra aclimatación no era óptima y decidimos bajar un poco nuestro ritmo. Al parecer a todos les pasaba lo mismo y no hacíamos mas que pasar personas fatigadas una detrás de otra.

Cada vez estábamos mas altos y sinceramente la postal de Machu Picchu comenzaba a aburrir. Cada vez lo veíamos mas pequeño e incluso alcanzábamos ver la localidad de Aguas Calientes.

A poco mas de 45 minutos del final, empezamos a comprobar que mucho de los tramos se mostraban un poco aéreos, sin valla de seguridad, teniendo que parar cada vez que nos cruzábamos con alguien. Peligroso no es, pero hay que andarse con cuidado.

Tras el sin fin de escaleras divisamos al final una pequeña caseta, donde se alojaba un guarda del parque y que además tiene la función de prohibir comer en la cima. Tampoco es posible estar mas de 15 minutos, con el fin de que no se colapse de gente o que esta no se eche una siesta :-D. Estamos en la cima de Montaña Machu Picchu.

Decidimos apenas estar 10 minutos y comenzamos a regresar por el mismo camino que subimos. Quizás fue este el momento donde vimos mas gente y con una forma física bastante justa como para subir esta montaña. Pero tranquilos, todos llegan y todos podemos disfrutar de la Montaña Machu Picchu.