Decir que la ascensión al Kristínartindar es el mejor trekking de Islandia es apuntar muy alto, pero sin duda lo encontrarías en el top 5 de las rutas que puedes hacer en un sólo día. Esta maravilla marcó un antes y un después durante nuestro viaje a Islandia, siendo posteriormente mucho más exigentes a la hora de elegir nuestras futuras rutas. Por tanto, si no disponéis del tiempo necesario para poder realizar varios trekking por esta bella isla, Kristínartindar es vuestra opción.
Kristínartindar. El mejor trekking de Islandia
Tras 8 días de viaje y varios trekkings a nuestras espaldas, incluido el Landmannalaugar, llego el día en el que tendríamos que «catar» el que se supone es el mejor trekking de Islandia o uno de ellos. El lugar donde se encuentra es de sobra conocido, el parque nacional de Skaftafell, lugar de residencia de una de las cascadas más bonitas y a su vez más extrañas de Islandia, la cascada de Svartifoss. Además alberga el pico más alto del país, el Hvannadalshnúkur, de más de 2000 metros de altura y de cuya imagen no nos despegaremos en toda la ruta.
Ascensión al Kristínartindar (1125m). El mejor trekking de Islandia
Para comenzar debemos saber que la ruta es 100% circular y que su dureza dependerá del estado del terreno. Generalmente la ruta se abre entre los meses de Junio y Septiembre, cuando las nieves han abandonado la ruta y especialmente la cumbre, lugar que puede prestarse bastante peligroso en caso de encontrarla. De hecho así fue, pero la nieve estaba lo suficientemente blanda como para no suponer un verdadero peligro. Por tanto conviene informarse del estado de la ruta en la recepción del parque nacional de Skaftafell, especialmente en el mes de Junio.
La ruta comienza a menos de 100 metros de altura, desde el mismo parking que tiene acceso al parque nacional y a la ruta de la cascada de Svartifoss. Es más, durante los primeros 300 metros seguiremos el mismo camino, hasta que encontremos una bifurcación a la derecha tras ascender nuestra primera pendiente. Una lástima, porque el camino a la cascada está bien cuidado y es especialmente cómodo, cosas del turismo en masas.
A partir de ahora seguiremos por un estrecho sendero en sombra cuyos árboles desaparecerán rápidamente para dejar paso a unas maravillosas vistas de una de las lenguas del glaciar Vatnajökull, el glaciar más grande de Islandia.
Este sendero también es usado por aquellas personas que se dirigen al mirador del Glaciar, volviendo al parking por el mismo camino que habían recorrido.
Nosotros por el contrario continuamos el camino hasta que este se empieza a estrechar más de la cuenta y su estado comienza a empeorar, teniendo uno que orientarse por los hitos colocados por el camino.
Desde este punto el Kristínartindar no se puede divisar, únicamente una cadena montañosa muy rocosa que termina en el mismo glaciar. Sabemos que nuestro destino está por detrás y que seguramente nos espere algo de nieve y un montón de senderos resbaladizos. De hecho la nieve apareció a los 700 metros de altura sobre varios neveros sin importancia.
Superados varios tramos más de nieve, algunos de ellos un poquito expuestos, nos desviamos a un par de miradores. Estos son un magnífico lugar para hacer un alto en el camino y tomar algo de alimento y agua.
El descanso no sirvió para analizar el tiempo y de momento la lluvia que marcaba el parte meteorológico no parecía que estuviese cerca de aparecer.
Pasados los miradores, la ruta se desvía en dos, uno de ellos subiendo directamente hacia arriba y otro desviándose a la izquierda, justo el que tomamos. Ojo con este punto porque no está señalizado y todo parecía apuntar que debíamos seguir por el otro camino, pero el GPS como buen ayudante nos corrigió y seguimos el camino correcto. Buff, incluso el que puede ser el mejor trekking de Islandia está a veces mal señalado.
La pendiente comienza a inclinarse más de la cuenta y el sendero se convierte en un amasijo de guijarros poco consistentes. En algunos tramos tenemos que extremar la precaución y los bastones nos vienen como anillo al dedo.
Tras superar una pendiente que se había complicado por culpa de un arroyo y su consecuente barro, llegamos a una loma situada a 940 metros de altura donde se había formado una buena placa de hielo. Aquí estuvimos a punto de sacar los crampones de nuestras mochilas, pero finalmente no hizo falta. Aun así, sacamos el piolet y guardamos los bastones, aunque 100 metros después tuvimos que volver a cambiar las herramientas :-D.
Comenzamos la subida final y los casi 200 metros de desnivel que nos separaban del Kristínartindar. El camino prometía ser muy empinado y no apto para personas con vértigo, sobre todo la bajada. Las piedras que caían desde cualquier punto parecían que se posicionaban aposta debajo de nuestros pies para tropezarnos. Esto no hacía más que obviáramos las maravillosas vistas y pusiéramos todos nuestros sentidos en el camino.
Hasta que por fin hicimos cima en el Kristínartindar y pudimos firmar en el buzón de los conquistadores. Curiosamente eramos el segundo grupo que subía este año y la verdad que también fuimos las únicas personas que subieron ese día. Un verdadero privilegio.
La cima es bastante expuesta y uno de sus laterales contiene una caída de varios cientos de metros. Mucho ojito. De todas maneras desde allí arriba podemos avanzar 50 metros más adelante y tomar fotografías de otra lengua del glaciar.
Ya es hora de bajar y tenemos que bajar por el mismo camino, al menos hasta la loma situada a 940m. La bajada no es fácil e intentamos ser lo más cautos posibles. Una vez en la loma nos tocó bajar una pendiente con gran cantidad de nieve y sin huella, teniendo que hacer esfuerzo extra para atravesarla.
Desde aquí el camino se vuelve más sencillo y el sendero no tenía pérdida alguna. Basta bajar bajar y bajar, atravesando de vez en cuando algún paso con tablones de madera e incluso puentes. Personalmente daba la sensación que esta parte del camino se estaba acondicionando para otra clase de ruta, una dedicada a la ornitología, debido a la gran cantidad de aves que anidan en esta zona.
Comenzamos a dejar atrás el Kristínartindar y vemos al fondo una gran caída donde se hospeda un gran desierto de arena creado por la retirada del glaciar Vatnajökull. Sencillamente de película.
Recorridos varios kilómetros llegaremos a un mirador junto a un cruce. Este ya indica el parking donde dejamos el coche y también advierte de un desvío alternativo pasando por la famosa cascada de Svartifoss, que lógicamente tomamos.
Llegamos a la cascada bastante tarde y la verdad que fue buena hora porque estaba prácticamente vacía, sin gente. Aquí tomamos nuestro último respiro y aprovechamos para beber agua, agua de los dioses. Retomado el camino, tan solo tuvimos que caminar 15 minutos más para llegar al parking y dar por finalizada la ruta. Una gozada.
Datos prácticos. Kristínartindar. El mejor trekking de Islandia
¿Cuando ir?
Es una larga ruta de aproximadamente 7 horas y que sólo está abierta desde el mes de Junio hasta finales de Septiembre. Por su situación, conviene no ir demasiado pronto por la orientación del sol.
¿Cómo llegar?
Para llegar basta con ir a la entrada del parque nacional de Skaftafell y aparcar en el parking de acceso a la cascada de Svartifoss.
¿Qué llevar?
La ruta es muy fresquita y requiere ir bien abrigado, con cortavientos y goretex obligatorios. En algunos casos es necesarios el piolet y los crampones, por lo que conviene informarse del estado de la ruta desde la oficina de información situada en el parking. Además en la mayor parte no hay agua.
¿Es dura la ruta?
No es un paseo y requiere un estado de forma aceptable. Para aquellas personas que padezcan vértigo o problemas de equilibrio no es aconsejable.
¿Donde dormir?
Islandia es un país con una oferta hotelera muy escasa y por consiguiente muy cara. Para no variar ceca de Skaftafell no hay demasiado por tanto las recomendaciones se basan en los hoteles más cercanos a la ruta.
- Hotel Skaftafell : hotel de gran capacidad utilizado principalmente por grandes grupos.
- Hof 1 Hotel : cómodo hotel con SPA, restaurante y wifi en las habitaciones.