Uno de los lugares mas representativos de la capital checa es el callejón del oro de Praga. Un lugar que antaño no era mas que una vieja calle escondida que con el paso del tiempo tomó cierto glamour y sus casas se revalorizaron al alza. Habitantes tan ilustres como el escritor de origen judío Franz Kafka, hicieron de esta calle un punto de referencia turística en Praga, tanto que circular por ella no es gratuito.
El callejón del oro de Praga, república Checa
Praga es una ciudad que guarda multitud de lugares de interés. Es conocida su plaza vieja con su reloj astronómico, la torre de la pólvora, los puentes que cruzan el río Vlatava, sus monasterios y por su puesto, su zona alta, el famoso castillo de Praga. Este alberga los antiguos aposentos de los reyes checos en el palacio real, la catedral de Vitus, la basílica de San Jorge y el comentado callejón del oro. Todo esto lo relatamos en nuestro artículo de que ver en Praga en tres días.
El callejón del oro está un poco separado del resto de monumentos, ya que su función fue la de hospedar al regimiento de guardias reales del castillo. Estos se alojaban en otro lugar del castillo que tras un terrible incendio se fueron obligados a cambiar de lugar. Años después la calle fue ocupada por orfebres, modificando la apariencia de las casas las cuales se conservan en cierta medida hasta hoy en día. Con el tiempo la calle entro en un serio abandono y las casas fueron objeto del pillaje.
El gobierno decidió tomar medidas expulsando a todos los mendigos de la zona y comenzar con la restauración de las casas. Estas rápidamente tomaron interés y la mayoría de ellas fueron alquiladas, como el número 22, la casa que durante un año fue el hogar de Franz Kafka.
Hoy en día las casas no están habitadas. Son tiendas de recuerdos o reconstrucciones de como eran las casas hace 100 años. Pero porqué se le llama callejón del oro? Hay un rumor no confirmado que comenta la historia de varios alquimistas que residían en las calles aledañas en busca de la utopía de convertir otros metales en oro. De ahí el nombre de la calle, aunque realmente vivieran en otra.
Nuestra visita al callejón del oro de Praga
La zona del castillo de Praga la visitamos a primera hora de la mañana. Ya sabíamos que teníamos que hacerla a esta hora o a última de la tarde, ya que después nos encontraríamos a enormes jaurías de turistas. Es de lejos la mayor concentración de Praga.
Tan novatos fuimos que marchamos directamente al callejón, hasta darnos de bruces con unos torniquetes que impedían el paso a la calle. El callejón del oro es de pago, ya que además de poder caminar por esta corta calle de 50 metros, hay un museo y ciertas reconstrucciones de como era de antaño la vida en Praga.
El coste de la entrada varía en función del número de monumentos dentro del castillo de Praga a visitar. Hay dos circuitos, el A y el B, cuyos costes son de 350CZK y 250CZK respectivamente. En ambos entran el callejón del oro, solo que el circuito A entran mas lugares tanto dentro como fuera del castillo. Aun así podemos verlo de manera gratuita (chequear datos prácticos).
Pagada la entrada cruzamos los torniquetes y en tan solo 2 metros… nos encontrábamos en el callejón del oro. Un callejón estrecho y no muy largo, todo el muy colorido. Esto y la gran cantidad de tiendas de souvenirs es lo que mas nos llama la atención. No obstante, esa segunda impresión es un poco confusa, ya que hay mucho mas que ver que simples tiendas de recuerdos.
Justo al principio del callejón hay una puerta con unas escaleras que suben a un museo. La primera planta alberga varias réplicas de armaduras de diferentes épocas y regimientos. También hay salas de torturas así como armas mas avanzadas como mosquetes, pistolas o trabucos.
La casa número 22 es justo donde vivió brevemente Franz Kafka entre los años 1916 y 1917. Este escritor checo es considerado como uno de los escritores mas importantes del país y eso que escribió sus libros en alemán. Hoy en día su casa es una tienda de souvenirs, poco mas.
De todos modos este no fue el único habitante ilustre de la calle. Aquí vivió también Madame de Thebes, una pitonisa que presagió el fin del nazismo y por ello fue asesinada por la gestapo.
Mas adelante hay varias casas representando diferentes trabajos o negocios. Uno de los mas comunes estaba el del orfebre, artesanos que además de crear adornos u joyas con metales, también se dedicaban a retocar las armas de los guardias.
Finalmente daremos con la casa de un tirador, un centenario pub y el hogar del cineasta Josef Kazda en el número 12 del callejón del oro. Su historia es de algún modo similar a la de Oskar Schindler, pero en lugar de salvar personas durante el regimen nazi, salvó películas. Hitler ordenó destruir cualquier película anterior a la guerra y Josef Kazda no hizo otra cosa que guardar cientos de cintas en su propia casa.
Pasada la última puerta daremos por terminada nuestra visita al callejón del oro para dar paso al extremo este de la muralla del castillo. Una calle bonita si la vemos a las horas adecuadas.
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¿Dónde comer en Praga?
Basta que leáis nuestro artículo de qué comer en Praga y tener una información básica de lo que podemos encontrarnos.
¿Cuento cuesta?
Hay dos tipos de entradas para el callejón del oro de Praga. Las dos son dos combinados, el A y el B, cuyos costes son de 350CZK y 250CZK respectivamente y válidos para dos días pero con sólo un acceso por monumento. Las diferencias son las siguientes:
- Tipo A: incluye el palacio real, basílica de San Jorge, la catedral de San Vitus, el callejón del oro, la torre de la pólvora, el palacio de Rosenberg y la exposición de la historia del castillo de Praga.
- Tipo B: incluye el palacio real, basílica de San Jorge, la catedral de San Vitus y el callejón del oro.
Por cierto, el callejón del oro es gratuito antes de las 9 de la mañana y después de las 5 de la tarde. Es decir, cuando cierran todas las puertas de las casas y el museo. Solo tendremos la oportunidad de pasear por la calle.
¿Cuando ir al callejón del oro?
Lo mejor es visitarlo a primera hora de la mañana, a las 9 de la mañana o una hora antes del cierre, entre las 3 y las 4 de la tarde. De este modo evitareis las concentraciones de grandes grupos.