Angkor Wat fue candidata a ser unas de las 7 maravillas del mundo moderno y corresponde al monumento más visitado de Camboya. Rodeado por un foso de 190m de ancho, forma un rectángulo gigantesto de casi 1,5km de ancho en cada uno de sus lados. Templo Hindú en un país con mayoría Budista, fue construido durante el periodo angkoriano entre los años 1112 hasta el 1152.
El templo de Angkor Wat
Es el templo más grande de todos los que forman el complejo de Angkor. A su vez es el más famoso y más visitado, por lo que es recomendable madrugar para poder ver sus maravillas con cierta calma. La finalidad del templo se desconoce, pero se cree que fué construido como templo funerario para Suryavarman en honor al dios Hindú Visnú.
He decido realizar 2 entradas en nuestro blog sobre los Templos de Angkor. Uno dedicado en exclusiva al templo de Angkor Wat, el más famoso de todos. El otro nos llevará de visita a los cientos de templos que están dispersados por los Jungla de Angkor.
Nuestro punto de partida es Siem Reap, ciudad de entrada a los templos de Angkor. En ella es muy fácil contratar un Tuk Tuk para poder visitar los templos y más aún el de Angkor Wat, al cual llegan caravanas de autobuses.
No olvidéis comprar la entrada a la salida de Siem Reap. El precio es caro, pero el número de templos a los que da cabida la entrada merece la pena. No obstante, podéis comprar tickets para 1,2 ó 3 días de duración. Angkor al completo bien se merece unos 3 días.
Su acceso se hace a través de un puente que cruza un gran foso. Dicho foso es utilzado por los búfalos de agua para rebozarse en el barro.
Nada más entrar, tenemos la postal típica del templo. Una foto inmejorable que con ayuda de dos pequeños estanques, se consigue un reflejo casi perfecto. Ojo con el turismo de masas. Camboya se encuentra muy cerca de Japón o China, por lo que turismo de estos paises es muy común.
Tras pasar el foso, nos encontramos a cada lado dos antiguas bibliotecas, las cuales a día de hoy no se encuentra ni un sólo libro. Son curiosas de ver, y la panorámica del templo principal es excelente.
Una vez del templo observamos que está dividido en tres plantas, todas unidas a través de una serie de locos pasillos, así como una plaza central para comunicar varios de ellos.
Lo más importante del interior del templo son las galerías que lo bordean. Están llenos de grabados con una calidad espetacular y la mejor de todas es la galería de los mil Budas. A día de hoy no hay tantos, ya que muchos de ellos han sido robados.
Como observareis en la siguiente fotografía, podéis pasaros horas y horas disfrutando de los grabados. Todos ellos son diferentes, contando diferentes batallas como la de Kurukshetra. En otros pasillos incluso podemos observar el glorioso Ejercito de Suryavarman II.
Saliendo de las galerías, podremos encontrar otras entradas al templo, que daban a una especie de antiguos jardines (ya no queda nada), que muy bien se podrían utilizar hechar un partidito de futbol. Estos no son muy visitados, ya que la sombra no existe y en estos lugares del planeta si no te cobijas… puedes tener una insolación en muy poco tiempo. Asi que… a beber agua!!!
Y como no…. Nuestros queridísimos amigos los Monos haciendo de las suyas en los alrededores del Templo. En nuestro viaje no vimos ni uno bueno…. Estos al menos eran limpitos, ya que se dedicaban a darse unos baños en el estanque, aprovechando las horas más calurosas del día.
Terminado de ver Angkor Wat, es hora de ver el resto de los templos de Angkor, que en mi humilde opinión, son más impresionantes. Y lo que es mejor, hay menos turistas!!!
Datos prácticos
¿Cuándo ir?
Los mejores meses son de Diciembre a Enero. A partir de Febrero las temperaturas son insoportables hasta mediados de Abril, justo cuando empieza el monzón. Este suele acabar a finales de Octubre.
¿Cómo llegar?
Existen muchos modos de llegar. Nuestro caso fue cogiendo un avión desde Bangkok con destino Siem Reap. Se puede ir por carretera pero no lo recomiendo. Se tarda casi 12 horas además de los problemas que nos podemos encontrar en la frontera, aunque esto parece haberse solucionado. Es más, el autobús te deja ahí, por lo que no quedaría más remedio que regatear a los taxistas para que nos llevaran a Siem Reap.
¿Que llevar?
Agua, mucha agua y algún que otro impermeable.
¿Dónde dormir?
Existe una gran variedad de alojamientos en Siem Reap. Desde los más barato a lo más ostentoso. Nuestra elección fue el Golden Banana, fuera del bullicio y con una refrescante piscina, un acierto.
Miguel Blanquer @mablanquer