La etapa entre el campamento Bugata y Hunwick es quizás una de las mas bellas de Rwenzori y en todo el conjunto de las montañas de la Luna. En ella vemos los paisajes que tanto esperábamos, con sus bosques de lobelias con un tamaño colosal y que nos transportan a un entorno completamente jurásico. Lo de hoy es el Rwenzori que todos nos traemos de recuerdo y la mejor marca de Uganda.
Rwenzori – Cuarta etapa. Bugata – Hunwick camp
La cuarta etapa en nuestra travesía en Rwenzori para acometer el pico Marguerita no es excesivamente dura. La altitud es quien marcará nuestros ritmos y los constantes cambios de climatología frenarán nuestros avances.
Hunwick se encuentra un poco por debajo de los 4000m, apenas 100 metros menos que el anterior campamento, el Bugata. Entre ellos tenemos un gran paso de montaña, el Bamwanjara a 4500 metros, un buen medidor del estado de aclimatación. Además será uno de los momentos mas especiales de la ruta si el tiempo lo permite. Este nos permitirá ver por primera vez, el pico Marguerita.
Aunque para ser francos, tampoco lo veremos. Lo que vemos es el pico que tiene justo a 50 metros de su cumbre, el Alexandra Peak, el cual comparte glaciar con el Marguerita por encima de los 5000 metros de altitud y son parte del macizo del Monte Stanley.
Cuarta etapa de Rwenzori
- Distancia: 7km
- Tiempo: 5/6h
- Ascenso total: 687m
- Descenso total: 663m
- Altitud mínima: 3863m
- Altitud máxima: 4441m
A eso de las 8 de la mañana abandonamos el campamento Bugata tras un copioso desayuno. Hace algo de frío, sobre -1 grados y todas las rocas de nuestro alrededor tienen una fina capa de hielo. Hielo que no tardará en desaparecer con los primeros rayos de sol.
Desde aquí y con una subida sin descanso tenemos que llegar hasta el paso de Bamwanjara, a 4450 metros de altura. Este supone un buen medidor de fuerzas y de aclimatamiento, pero nuestros cuerpos de momento van bien y no parece que vayamos a tener grandes problemas. No tenemos ni mareos, ni dolores de cabeza. Únicamente el deseo de caminar despacio dada la dificultad de respirar el oxigeno a esta altitud.
La primera hora discurre por un entorno bastante árido, un típico paisaje de altitud en estas latitudes. Las nubes nos rodean, pero son bastante estáticas. La mayoría se han formado por la condensación de la helada mañanera y con ello todo parece indicar que a la tarde seguro que nos acaba lloviendo.
De repente comienzan a aparecer las lindas lobelias gigantes. De momento desperdigadas para luego deslumbrarnos en forma de grandes bosques casi impenetrables. Es aquí donde comenzamos a divisar el falso paso de Bamwanjara, justo en la foto inferior y situado a la izquierda. A todas luces parecía este, pero la altura nos quitaba la razón, aunque muy lejos no andábamos,
Pasado el «falso» paso, lugar donde hay un pequeño refugio semi abandonado, volvemos a toparnos con las Lobelias y el cielo comienza a despejarse. Momento ideal para acelerar el paso con la intención de llegar cuanto antes al Bamwanjara.
Y llegamos al Bamwanjara (4451m) y por fin divisamos el Monte Stanley, con el Alexandra Peak cubierto de glaciares y justo detrás nuestra meta, el Marguerita Peak. Además de todos estos colosos, tenemos a la izquierda el Monte Baker, de mas de 4800 metros de altura.
Las vistas son excelentes pero la bajada es aún mejor. Nos aguarda un tupido bosque de Lobelias que nos deja realmente atónitos. Es increíble como estos dinosaurios arbóreos crezcan a tanto altura. Estamos a mas de 4400 metros de altitud.
Bajar el Bamwanjara fue un verdadero placer, pero como no todo es diversión… de repente se presentó lo que estábamos esperando al principio, la lluvia. Una lluvia que sólo paró en contadas ocasiones y que empeoró en el último kilómetro antes del refugio Hunwick.
Chispeando de manera continua y con unas nubes que tapaban todo el paisaje, llegamos a uno de los lagos Kachope, dado que hay dos y situados en diferentes alturas. Allí paramos a comer y esperamos a que desaparecieran las nubes, aunque lo poco que conseguimos fue la foto mas abajo.
Dejamos el primer lago Kachope y pasamos cerca del segundo, pero entre la lluvia, las nubes y el denso bosque nuboso no terminamos de verlo. De hecho hay mas lagos por el camino, pero no vimos ni uno, sobre todo durante el momento que llovía a mares.
Y con ese panorama llegamos al campamento Hunwick. Un nombre que concuerda con los dueños de Rwenzori Trekking Services, la compañía de guías que realiza esta ruta. Eso si, la foto de abajo es del día siguiente. Con el agua que nos calló encima, se nos quitaron las ganas de sacar la cámara de fotos.
A estos sitios tan remotos, viaja con seguro!.