Podemos hablar de paisajes, de templos o pagodas, de lugares prohibidos al turismo, de lagos espectaculares, de montañas de bosques interminables, de tigres o elefantes, pero en Myanmar destaca sobre todo un cosa, su gente, su pueblo. La gente de Myanmar no solo es amable, es atenta, es discreta y sobre todo es distinta.
La cara amable de Myanmar
Myanmar es famosa por lugares como Bagan, una meseta con miles de templos y pagodas que te dejan sin sentido, con la mirada perdida. Es un mundo a parte, que incluso a un veterano como Marco Polo le marcó, dejando claro en sus memorias y en sus aventuras que un lugar como Bagan es difícil volverlo a ver sobre la faz de la tierra.
Otros de los destinos que destacan es Mandalay con sus colinas, llenas de monjes y con Buda siempre presente. La gente reza, te ayuda a encontrar los lugares más inhóspitos, no es fácil alcanzar ciertos templos en Myanmar, pero la gente se ofrece, incluso les encanta hacerse fotos, te lo piden, te sonríen y lo mejor de todo, te lo agradecen. Myanmar es gente, es distinta la gente de Myanmar.
A parte de pueblos o grandes ciudades están las aldeas de montaña como Hsipaw, un lugar perfecto para pasar unos días haciendo senderismo con un clima agradable y con la facilidad de llegar a aldeas donde el turismo casi no ha hecho acto de presencia. La gente es la de siempre, la de hace 50 o quizá 100 años, y quien sabe, con pocos cambios en sus costumbres, salvos por las pocas motocicletas que han ido sustituyendo a los burros o a los caballos como forma de transporte.
Pero si hay un sitio donde la gente se inspira en Myanmar desde luego ese lugar es el Lago Inle. El Lago Inle es uno de los últimos espejismos de una forma de vida, sobre el agua, donde las casas y los mercados forman un ecosistema donde la gente vive ajena a la modernidad del mundo occidental. aquí volvemos a ver la cara amable de Myanmar. Poco a poco esta cambiando, ya llega el turismo y por supuesto los hoteles y los resorts, pero aún conserva su encanto y sobre todo, aún conserva el espíritu de la gente de Myanmar.
Poca gente se lleva un buen recuerdo de Yangon, una ciudad extraña, caótica, sin motocicletas. Si Yangon es lo que le espera a Myanmar no lo dudes, coge tu maleta, ya que es el momento de huir y de visitar Myanmar, porque este país esta cambiando, cambiando muy rápido y si aún quieres conocer a su gente, gente sin picardía, gente sin maldad, ahora es el momento, visita Myanmar.
No me cansaré de decirlo, Myanmar es más que paisaje, es gente y pronto seguiremos hablando de la diversidad de esta país en Viaja por libre.