Un pueblo que desafía a la naturaleza situado junto a desfiladeros imposibles, monasterios en lugares inimaginables y tumbas o templos de los cuales no te puedes hacer a la idea, esta es la gran ciudad de los Nabateos, Petra, la ciudad rosada.
Con un paisaje que enloquece la forma de pensar de cualquier viajero, cuando te sumerges en ella es cuando te das cuenta que en el mundo en el que vivimos hubo civilizaciones tan fascinantes que hacen de hoy un mundo insignificante al lado de lo que fue el hombre de aquellos tiempos, esto es Petra, y te lo resumimos desde la experiencia del viajero de Viaja por libre.
Un poco de historia sobre Petra
Los Nabateos eran antiguas tribus árabes procedentes de su vecina la actual Arabia Saudí. Este talentoso pueblo se estableció en la región hace más de 2.000 años creando un enclave estratégico para las rutas comerciales hacia Asia. Con el tiempo se convirtieron en excelentes mercaderes y Petra se convirtió en una de las ciudades más importantes de la época. Fue un pueblo global con influencias de muchas culturas con gente venida de todas partes que enriqueció un paraje creando una maravillosa mezcla cultural.
En aquellos tiempos Petra era una ciudad casi inexpugnable, tanto por su emplazamiento, en una red de cañones, desfiladeros y gargantas, como por su ejército. Solo el todopoderoso Imperio Romano no sucumbió a las batallas y a las astucias de este sabio pueblo. Aún así Petra siguió gozando de cierta independencia hasta que las rutas comerciales fueron desapareciendo por la falta de interés de incienso y por el incremento de las rutas comerciales por mar. Finalmente Petra con los siglos fue perdiendo grandeza ayudada también por la sequía y por no poder rivalizar con lugares donde el agua no era un problema.
Visitando la Ciudad de los Nabateos
Para casi todo el mundo Petra es el Tesoro, Al-Khazneh, con la entrada desde la vía sacra, el famoso cañón, pero Petra esconde mucho más, una sucesión de monumentos tallados en la roca y un increíble monasterio, Ad-Deir, en lo alto de una montaña de belleza superior incluso, al famoso tesoro de Petra.
El Tesoro, Al-Khazneh, posiblemente es el lugar más conocido debido por su increíble emplazamiento y porque ha llegado hasta nuestros días en excelentes condiciones si lo comparamos con la mayoría de las ruinas de Petra. No es extraño oír gritos en la vía Sacra cuando los turistas de repente se topan con Al-Khazneh, es casi un shock, y si tienes la suerte de estar solo, cámbiate de papel por el de Indiana Jones porque te encontrarás ante un escenario de película.
Para acceder al tesoro hay que recorrer los 2km que lo separan desde el centro de visitantes, donde algo más de 1km es por la estrecha vía sacra o As-Siq, la entrada o cañón, que mide 3m la parte mas estrecha y 14m la mas ancha, y que te prepara, como el que más, para ponerte los pelos de punta al llegar al Tesoro.
Si dejas atrás Al-Khazneh tomando la avenida que va hacia la derecha empiezas a darte cuenta que esto sólo es el comienzo de tu aventura. Poco a poco te vas haciendo a la idea de lo que llegó a ser esta ciudad, nada comparable de lo que queda hoy en día, pero si a día de hoy tus ojos y la miradas de la gente que deambula por sus cañones están perdidas, es porque todavía esconde una ciudad que es un auténtico desafío para tus sentidos.
¿Qué visitar en Petra en dos días?
En Petra hay espacio para todos, tanto para los más andarines como para los que no, pero si realmente quieres conocer Petra necesitarás dos días para cubrir las siguientes rutas de senderismo (sencillas), de unos 15km cada una.
Día 1 en Petra
- Centro de Visitantes
- Vía Sacra
- El Tesoro o Al-Khaznez
- Avenida de las columnas
- Monasterio o Ad-Deir
- Tumbas Reales
- El Tesoro o Al-Khaznez
Día 2 en Petra
- Centro de Visitantes
- Vía Sacra
- El Tesoro o Al-Khaznez
- Altar del sacrificio
- Tumba del soldado romano
- Tumbas Reales
- El Tesoro o Al-Khaznez
Los mejores rincones Petra
Hay muchos rincones que visitar en Petra pero como todo en la vida si te falta tiempo siempre hay que tomar una elección. Nosotros nos quedamos con los siguientes emplazamientos para llevarse un pequeño trozo de Petra y tener uno de los mejores recuerdos de Jordania. Con las dos rutas anteriormente descritas se cubre prácticamente casi todo Petra.
Al-Khazneh
El Tesoro, la representación y la estampa de la actual Petra, sueño de muchos arqueólogos e imagen de películas de aventuras como Indiana Jones y la última cruzada.
Ad-Deir
El monasterio, junto a unas vistas espectaculares del desierto, es el segundo monumento más famoso de Petra. Para acceder a él hay que llegar a la zona de los restaurantes y ascender los 800 largos escalones hasta alcanzar esta pequeña maravilla. Merece realmente la pena coger un poco aire y ascender a verlo.
Teatro de los Nabateos
Tallado en la roca, camuflado como un camaleón, fue construido en el siglo I d.C con influencia romana pero a manos y origen Nabateo. Es un pedazo de talento esculpido en pleno desierto.
Altar del Sacrificio
Con una de las mejores vistas de todo Petra, era un lugar donde los Nabateos sacrificaban animales y posiblemente personas. Desde aquí se puede acceder a la ruta de la tumba el soldado romano, una ruta poco transitada y que merece la pena en un segundo día de visita a Petra.
Avenida de las columnas
Una de las avenidas principales, que une la ruta hacia la zona de los restaurantes y el Monasterio, con las mayores tumbas reales.
Tumbas reales
Visibles desde casi cualquier punto de Petra, son el punto «pictórico» de la ruta como si un cuadro fueran. Verlas traen recuerdos de lugares como Fethiye o la hermosa Capadocia en Turquía.
Pocas palabras hacen verdadera justicia a la magnificencia de la ciudad rosada, quizá el nombramiento como una de las 7 maravillas del mundo conocido es uno de los grandes aciertos de este reconocido «premio» al turismo, porque no hay nadie que entre en Petra y al salir no quiera saber el cómo, el porqué y el donde sobre este lugar. Es verdaderamente fascinante la ciudad de los Nabateos.
Y por cierto, no dejes de ver el resto de fotos, ya que Petra tiene todavía mucho más.
Datos prácticos
¿Cuándo ir?
Jordania y Petra es visitable todo el año pero es mejor evitar los meses más calurosos. Jordania se caracteriza por un clima mediterráneo semiárido o desértico, aunque en la zona de Petra concretamente es más desértica.
Las escasas lluvias, estamos hablando del 4º país más seco del mundo, hace que la primavera y el otoño sean los meses más agradables para visitar Petra. Durante estos meses se pueden llegar a alcanzar los 30º por el día, aunque la media está en torno a los 22º, y durante la noche las temperaturas oscilan entre los 7º y los 12º aproximadamente.
A parte de la temperatura están los periodos vacacionales y en concreto la Semana Santa y la Navidad, los meses con mayor afluencia turística. Si es posible evitarlos, Petra se convierte en un Zoo.
¿Cómo llegar?
Desde la mayor parte de las capitales de Europa hay vuelos directos con Royal Jordanian, aunque muchas veces es interesante volar en compañías alternativas hacia el Cairo o Estambul, ya que haciendo escala en ocasiones resulta mucho más barato. Abstenerse en Semana Santa, los precios se multiplican por dos y por tres, casi es mejor ir en un viaje organizado.
Una vez en Amman, con JETT, empresa de autobuses con aire acondicionado, tienen tres autobuses a la semana, domingo, martes y viernes, con salidas desde la estación de Abddali hacia Wadi Mousa, la ciudad surgida al lado de Petra.
En coche se tarda unas 3h por la única autovía de Jordania desde Amman, una autovía en buen estado pero no comparable con las europeas.
¿Qué llevar?
Estamos ante un paraje desértico donde las temperaturas pueden llegar a más de 40º en verano y donde el sol siempre esta acechando. Sea invierno o sea verano hay que llevar agua (aunque la venden en muchos puestos), un sombrero o un Hyjab (pañuelo árabe), ropa ligera, gafas de sol y una mochila con comida. Hay un restaurante dentro pero si puedes comer en lo alto de una cima viendo Petra mejor que mejor.
¿Dónde dormir?
A las puertas de Petra junto al centro de visitantes hay multitud de hoteles y restaurantes desde 15€ en adelante. Hay gran variedad por lo que mejor es darse una batida y poder elegir el más adecuado al presupuesto. Aquí va alguna recomendación cerca de la entrada de Petra: