Visita al Mont Saint Michel. La abadía más impresionante de Europa

Un lugar de ensueño donde el ritmo de las mareas cambia el paisaje bruscamente. Un viaje que no debemos dejar escapar en un país como Francia

Mont Saint Michel
Mont Saint Michel

Una visita al Mont Saint Michel se recuerda toda la vida. Descubrirlo a lo lejos, mientras conducimos en las planas tierras normandas (Francia), donde un promontorio rocoso en forma de punta sale a unos metros de la costa. Un lugar de difícil acceso y habitabilidad, cuya historia comienza cuando el obispo de Avranches, en el año 708, se le ocurrió la genial idea de levantar un santuario en honor al arcangel Miguel.

Visita al Mont Saint Michel

Historia de la abadía del Monte Saint Michel

Una visita al Mont Saint Michel nos implica investigar un poco sobre su historia, más aún si no contratamos los servicios de un guía. La historia comienza en el año 708 cuando se decidió levantar un santuario en honor al arcangel Miguel, de ahí el nombre de Mont Saint Michel. Como el lugar por aquel entonces ya era conocido, rápidamente se convirtió en lugar de peregrinaje, por lo que 200 años después los monjes benedictinos levantaron una abadía.

Un lugar tan remoto necesitaba una población cercana para abastecerse y no hay nada mejor que levantar un pueblo sobre la base del Mont Saint Michel. Este cubrió toda la base inferior en el siglo XIV, justo donde se levanto una muralla que lo hizo impenetrable. No hubo inglés que fuera capaz de entrar en tal fortificación, ni siquiera en la guerra de los 100 años.

Sala de los Caballeros
Sala de los Caballeros

En el siglo XIX, la comunidad religiosa abandonó el lugar, convirtiéndose el lugar en una prisión. ¿Qué mejor lugar, verdad? No obstante, esto duró muy poco y en el último cuarto del siglo XIX fue declarado monumento histórico. Más tarde, ya en el año 1979, se incluyó en la lista de patrimonio de la UNESCO.

Nuestra visita al Mont Saint Michel

Parking de acceso al Mont Saint Michel y Bus

No está permitido el acceso en coche al Mont Saint Michel. Tendremos que dejar el coche en un parking externo por un coste de 9.10/14,20 euros según temporada. Está a 30 minutos caminando de Mont Saint Michel pero hay buses gratuitos que nos dejaran a la entrada de la ciudad.

Hay un bus gratuito que sale del parking principal, haciendo paradas en la Caserne (al menos 2).

Visitarlo 2 veces y sin gente

Una importante recomendación es ajustar el horario de visitas. Para empezar hay que visitarlo pronto, sobre las 08:00, cuando los primeros rayos de luz golpean el Mont Saint Michel. Además es el momento con menos gente ya que la abadía está cerrada así como todos los restaurantes y tiendas. Eso si, esta primera visita hay que hacerla caminando, ya tendremos tiempo de regresar en bus.

Mont Saint Michel por la mañana
Mont Saint Michel por la mañana

La segunda visita debemos realizarla 1 hora antes de anochecer. La mayoría de la gente ha regresado a sus hoteles y es muy agradable pasear por sus calles sin nada de bullicio. Además el anochecer desde sus murallas es bastante bonito.

Pueblo de Mont Saint Michel

Nosotros visitamos Mont Saint Michel un día de diario y en Septiembre. Aprovechamos que los niños en Francia ya tenían colegio (menos visitantes) y el principal foco turístico local eran los viajes de la tercera edad. Por tanto mucho turismo en autobuses organizados que llegaban un poco más tarde de lo habitual.

Llegamos por la tarde, justo 2 horas antes de anochecer, por lo que dejamos la maletas en el hotel (la Caserne) y desde allí caminamos en dirección al Mont Saint Michel. Recuerdo que durante los primeros 15 minutos nos llovió a cántaros, pero luego el cielo se abrió y nos dejó ver el Monte Saint Michel con sus mejores galas.

Mont Saint Michel a la tarde
Mont Saint Michel a la tarde

La meta de ese día era darse un paseo tranquilo, para así al día siguiente poner foco en lo más importante. De hecho la entrada que habíamos comprado online (sin coste adicional), la teníamos a las 09:30 de la mañana. 

Mont Saint Michel a la mañana
Mont Saint Michel a la mañana

Al día siguiente decidimos realizar de nuevo el trayecto caminando. Total son solo 25/30 minutos dependiendo de las fotografías que tomemos. Además desde lejos se ve de fábula.

Muralla
Muralla

Al llegar nos topamos con su muralla, en un estado de conservación exquisito. La marea está muy baja y no hay rastros de agua a su alrededor. Como teníamos algo de prisa para quitarnos el bullicio del medio, decidimos entrar directamente al complejo.

El interior
El interior

El panorama era desolador. Comercios cerrados, calles sin gente, pero que mejor momento para caminar, ¿verdad?. Aprovechamos ese gran momento lo que pudimos, pero ciertamente que a partir de las 09:00 la cosa empezaba a cambiar, dado que 30 minutos mas tarde la abadía abre sus puertas.

Por la mañana
Por la mañana

El interior está saturado de tiendas de souvenirs, restaurantes e incluso algunos hoteles. No me quiero imaginar subir por estas estrechas callejuelas con la maleta acuestas.

Callejuelas
Callejuelas

En definitiva el pueblo tiene de todo, incluso su propia iglesia así como un cementerio. Tener en cuenta que aún sigue viviendo gente por aquí, aunque prácticamente todo el mundo vive del turismo.

El cementerio
El cementerio

Finalmente nos dirigimos a la entrada de la abadía, como a las 09:15 y ya había un grupo esperando. Más tarde, cuando abrieron a las 09:30 había como 30 personas, pero nosotros al llegar pronto entramos los segundos. Sin embargo cómo ya teníamos la entrada en mano…. nos saltamos el grupo y vualá, los primeros dentro de la abadía!

Interior de la abadía de Mont Saint Michel

Comenzamos a subir la escalera del Grand Degré, en un ambiente completamente solitario y terminando en la terraza del Saut-Gaultier, justo en frente de la iglesia.

Escaleras de entrada a la abadía
Escaleras de entrada a la abadía – Gran Degré

La fachada de la iglesia es bastante austera y su interior es más o menos similar aunque con encanto. En cualquier caso su terraza es increíble, que por cierto está construida sobre cimientos de la iglesia que se quemó en el siglo XVIII.

La iglesia
La iglesia abacial

Sus vistas son espeluznantes y yo me imagino a los monjes matando las horas mientras veían el subir/bajar de las mareas. Pueden ver la bahía, el peñasco de Cancale, parte de Bretaña, el inicio de los acantilados de Normandíam así como el islote de Tombelaine en la foto.

Vistas desde la terraza de la iglesia
Vistas desde la terraza de la iglesia

Pasamos al interior de la iglesia, construida exactamente en la cima de la montaña a 80 metros de altura. Su interior es igual que su fachada, bastante austero y carente de imágenes religiosas que probablemente están guardadas en museos.

Interior de la iglesia
Interior de la iglesia

Lo que viene a continuación es el claustro. Cuidado al detalle y con un ventanal de cristal que ofrece una panorámica de los jardines del Mont Saint-Michel.

Claustro del Mont Saint-Michel
Claustro del Mont Saint-Michel

Al dejar el claustro pasamos al reflectorio. En este lugar los monjes comían en silencio mientras uno de ellos leía unos textos situado en la pared sur. En la foto se ve mucha luz y poca ventana, pero en la realidad hay mucha ventana sobre ambos laterales, casi ocultas a la vista.

Reflectorio
Reflectorio

Seguimos caminando y no paramos de cruzar una sala detrás de otra. La sala de Huéspedes, justo debajo del Reflectorio, la cripta de gruesos pilares y la cripta de San Martín, bastante lúgubres por cierto. Desde esta última llegamos a una gigantesca rueda de madera (reconstruída), que fue instalada en el año 1820 para subir alimentos desde la base de la montaña.

Interior de la abadía
Interior de la abadía

Llegamos a la sala de los Caballeros tras cruzar unas escaleras que son el eje principal de la abadía. La sala está situada debajo del claustro con la misión de aguantar su peso gracias a una serie de pilares localizados en puntos estratégicos.

Sala de los Caballeros
Sala de los Caballeros

Salimos de la sala de los Caballeros pasando por la capellanía. Esta sala era donde los monjes recibían a pobres y peregrinos. Desde aquí hay acceso a los jardines y la salida de la abadía.

Jardines de la abadía
Jardines de la abadía

Como ocurría en la terraza de la iglesia, desde aquí las vista son muy buenas. Además al estar situada encima de la muralla, hay una serie de antiguos cañones defensivos apuntando hacia aguas mas profundas. También en la base de la muralla, hay varias edificaciones que hacen de pequeño puerto.

Base de la muralla
Base de la muralla

Es aquí donde nuestra visita a la abadía de Mont Saint-Michel termina. Son las 10:30 y las tiendas/restaurantes comienzan a abrir, y la montaña comienza a cobrar vida. Tenemos toda la mañana para seguir disfrutándola.

Datos prácticos

Antes de partir. Ahorra tiempo y dinero

¿Cuándo ir?

Lo ideal es evitar semana santa y los meses de Julio y Agosto. Es preferible entre semana y a ser posible en días con colegio. Por ejemplo Septiembre es un buen mes.

Conviene madrugar o ir a última hora de la tarde para evitar masificaciones.

¿Qué horarios tiene el Mont Saint Michel?

Mont Saint-Michel está abierto todo el día y sólo la abadía tiene un horario restringido. El primer visitante entra a las 09:30 y el último a las 16:45.

¿Qué coste tiene su visita?

Tiene un coste de 11€ e incluye un panfleto en español con mapa.

Comprar las entradas con anticipación

Francia es el primer destino turístico del mundo y Mont Saint Michel no podría ser menos. Es visitado por 2.5 millones de personas cada año, por lo que las masificaciones están a la orden del día. Por ello hay que ir precavidos y seguir los siguientes consejos.

Entrar al Mont Saint Michel es gratuito y no tiene coste, pero si no visitáramos su magnífica abadía, perderíamos una grandísima oportunidad. Su interior es magnífico y las vistas sobre el islote lo magnifican aún más. Esta tiene coste y es muy aconsejable comprar las entradas por anticipado para evitar colas.

Entradas al Mont Saint Michel

Recomendamos entrar a la abadía a las 09:30, hora de apertura para evitar colas innecesarias.

Alojarse en la Caserne

La Caserne es una pequeña población a la entrada del Monte Saint Michel. Tan cerca que se puede llegar andando. Además de esta ventaja tiene otra muy importante y es no complicarnos la cabeza con el aparcamiento. Mont Saint Michel dispone de un gran aparcamiento, sin embargo si te alojas en la Caserne, aparcarás en frente del hotel y aparcar tendrá un descuento. Es más, si no te alojas en la Caserne, no tendrás permitido el acceso con tu vehículo. hay una valla de seguridad que impide la entrada y nos tendremos que valer de un código de seguridad que es aportado por el hotel donde nos alojemos.

Mapa de la zona
Mapa de la zona

Por cierto, además de hoteles hay varios restaurantes y tiendas de souvenirs.

Las mareas de Mont Saint-Michel

Uno de los detalles más importantes a revisar son las mareas. Los horarios cambian según la época del año y es curioso ver cómo el Mont Saint Michel está rodeado de arena para horas después ser una isla golpeada por el agua. En la siguiente web tenéis acceso a los horarios para que podáis planificar la visita.

Marea baja desde el pueblo
Marea baja desde el pueblo

¿Dónde dormir?

Lo ideal es dormir lo mas cerca posible como en la Caserne. A continuación os indicamos varios lugares.

  • Hôtel Vert: nuestra elección y en su momento nos salió realmente económico. Se puede ir andando al Monte Saint-Michel o tomar la parada de autobús que está justo en frente.
  • Mercure Mont Saint-Michel: al lado del anterior hotel y de calidad superior.