Camboya. El pueblo flotante de Chong Kneas

Chong Kneas
Chong Kneas

Chong Kneas. Durante nuestra instancia en los Templos de Angkor, decidimos trasladarnos un día al pueblo flotante de Chong Kneas, con el objetivo de huir del turismo en masas reinante en Siem Reap y alrededores. Este pueblo vive bajo las aguas durante prácticamente todo el año. Parte de el no tiene un lugar fijo por su flotabilidad, por lo que en función de la estación del año, se puede ir desplazando de un lugar a otro.

Chong Kneas
Chong Kneas

Chong Kneas

En Siem Reap nos montamos en Tuk Tuk con dirección al lugar de donde partían las pequeñas barcas hacia Chong Kneas. Este lugar tiene un carácter mafioso, ya que cobran en función de la nacionalidad una tasa revolucionaría para poder llegar al pueblo flotante. Una vez pagada la tasa, te asignan un bote que podrá ser compartido con más personas. Nosotros tuvimos suerte y estuvo sólo para nosotros.

Montados en la pequeña barca, lo primero que me llamó la atención fue el motor de furgoneta Toyota con su propia caja de cambios y volante adherido. Increíble lo que andaba la barca aquella.

Bote con motor Toyota
Bote con motor Toyota

El bote se puso en marcha a través de un estrecho canal. No nos imaginábamos que en pocos kilómetros la estrechura del canal se convertiría en una amplia llanura cubierta en su totalidad por agua. Poco a poco empezamos a ver edificaciones, que por su construcción estaba claro que se habían realizado con el objetivo de evitar la crecida de las aguas. Eran como hórreos, pero en lugar de proteger la comida de los roedores, aquí se protegían a las personas del agua.

De camino a Chong Kneas
De camino a Chong Kneas

Llegamos a Chong Kneas, un pueblo cualquiera de Camboya si no fuera porque no tiene carreteras sino agua por todos los lados. La gente se debe desplazar en canoa para salir de casa y poder realizar cualquier tarea, desde comprar comida hasta poder ir a trabajar.

Olvidaros de buscar un cine, una ferretería, o cualquier tienda de carácter occidental. Aquí únicamente encontrareis lo más básico, eso sí, el templo budista no puede faltar.

Chong Kneas
Chong Kneas

Y como podéis observar, la gente es feliz. En la siguiente fotografía vemos como un niño navega en lo que parece un gran cuenco, mientras su abuelo se monda de risa de el. Tras ellos su perro, que desconoce por completo lo que es galopar por tierras abiertas.

Chong Kneas
Chong Kneas

El pueblo es enorme, uno se puede perder mientras navega y difícilmente recordará el camino por el que haya venido. Sin indicaciones, podríamos acabar en cualquier parte del pueblo, lo cual no es un problema porque siempre nos encontraríamos un rincón digno de fotografiar.

Acto seguido, decidimos parar para poder comprar algo de comida. En esta clase de pueblos, no están muy acostumbrados a que los turistas realicen alguna parada, por lo que si hay algún niño a la vista, este vendrá corriendo hacia ti con el objetivo de conseguir algún caramelo.

Chong Kneas
Chong Kneas

Muchas de estas casas no tienen un lugar fijo. En función del momento durante la estación de lluvias, se puede ir desplazando de un sitio para otro, por lo que conviene hablar con la gente del lugar para conocer la localización exacta del pueblo. No obstante, muchas de ellas se han asentado en el lugar, cansados de la tradición nómada.

Chong Kneas
Chong Kneas

A las afueras del pueblo existe una serie de bosques cubiertos totalmente por el agua. Estos bosques sólo están inundados durante la estación de lluvias, por lo que si venís en diciembre os podréis dar un paseo por ellos andando. Los habitantes del lugar, os ofrecerán pequeñas canoas para poder desplazaros por dentro, dado que el bote a motor se puede quedar atascado con las raíces de los arboles.

Chong Kneas
Chong Kneas

Eso sí, tener cuidado porque perderse está a la orden del día. Es un laberinto, en el que todas sus galerías son muy parecidas y encontrarse vida inteligente en ellos es muy complicado. La verdad que esta experiencia me encantó, muy parecida a lo que nos podemos encontrar en los manglares.

Bosque cercano a Chong Kneas
Bosque cercano a Chong Kneas

Terminada la visita al pueblo, decidimos darnos un chapuzón al gran lago Tonle Sap. Es tan grande, que no se logra ver el otro lado de la orilla. Si nos llegan a decir, que allí se pescan siluros de más de 50 kilos, me lo hubiera pensado dos veces.

Datos prácticos

¿Cuándo ir?

Los mejores meses son de Diciembre a Enero. A partir de Febrero las temperaturas son insoportables hasta mediados de Abril, justo cuando empieza el monzón. Este último suele acabar a finales de Octubre y suele hacer sol durante las mañanas y llover por las tardes.

¿Cómo llegar?

Existen muchos modos de llegar. Nuestro caso fue cogiendo un avión desde Bangkok con destino Siem Reap. Se puede ir por carretera pero no lo recomiendo. Se tarda unas 12 horas además de los muchos problemas que nos podemos encontrar en la frontera (Aunque al parecer según los comentarios este dato ha mejorado). Es más, el autobús te deja ahí, por lo que no quedaría más remedio que regatear a los taxistas para que nos llevaran a Siem Reap. Aquí la opción es compartirlo con otro viajero.

Una vez en Siem Reap, hablar con el dueño de un Tuk Tuk para que os lleven al lugar de donde salen las barcas hacia Chong Kneas. Si usáis el mismo Tuk Tuk que utilizareis para desplazaros por los templos de Angkor, os saldrá mas barato.

¿Que llevar?

Un bañador, impermeable por si llueve, una gorra  y protector solar. Ojito con la cámara, se puede caer con facilidad al agua.

¿Dónde dormir?

Existe una gran variedad de alojamientos en Siem Reap. Desde los más barato a lo más ostentoso. Si buscáis algo tranquilo, la mejor opción es buscaros un Hostel al otro lado del rio. Muchos de ellos tienen una pequeña piscina para refrescaros. Nuestra elección fue el Golden Banana, fuera del bullicio y con una refrescante piscina, un acierto.

Seguro de viaje



Para un viaje como este lo mejor es contratar un seguro. Iati nos ofrece una oferta para seguidores de Viaja por libre. Viajar no te exime de tener un accidente, necesitar a un médico, un traslado o medicamentos. No te la juegues. Contrata el seguro de viajes haciendo click en el banner y tendrás un 5% en tu seguro por ser lector de Viaja por libre.

  1. Acabo de hacer el viaje por carretera Bangkok-Siem Reap. Cómodo. Sin problemes en la frontera. Sólo 10 horas. Sólo 10 euros.
    Mucho major que coger el avión, desde luego.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *